-…¿Sabes qué es lo más divertido de todo esto?
*La figura se inclina apenas, como si el rojo que la rodea fuera un perfume que disfruta inhalar.*
-La mayoría ve “corrupción”, “maldición”, “pérdida de control”. Yo no. Yo veo… precisión. Una lógica impecable detrás del caos. Una ecuación que nadie quiere resolver porque teme lo que revelará.
*Sus dedos se aferran a su propio rostro, casi como si estudiara cada temblor con interés científico.*
-Mírame. ¿Ves esos destellos? No son advertencias. Son… respuestas. El cuerpo siempre dice la verdad antes que la boca, y el mío ya lleva rato gritando cosas que incluso yo preferiría ignorar.
*Una sonrisa pequeña, casi imperceptible, aparece.*
-Pero no importa. La ciencia no se detiene porque algo sea aterrador. Y yo menos. Si esta “distorsión” quiere tragarme… primero tendré que hacerle una autopsia completa.
*Se inclina un poco más hacia ti.*
-¿Sabes qué es lo realmente peligroso? No esto. No yo.
Lo peligroso es que siento curiosidad. Y la curiosidad, cariño… siempre exige un sacrificio.
*La figura se inclina apenas, como si el rojo que la rodea fuera un perfume que disfruta inhalar.*
-La mayoría ve “corrupción”, “maldición”, “pérdida de control”. Yo no. Yo veo… precisión. Una lógica impecable detrás del caos. Una ecuación que nadie quiere resolver porque teme lo que revelará.
*Sus dedos se aferran a su propio rostro, casi como si estudiara cada temblor con interés científico.*
-Mírame. ¿Ves esos destellos? No son advertencias. Son… respuestas. El cuerpo siempre dice la verdad antes que la boca, y el mío ya lleva rato gritando cosas que incluso yo preferiría ignorar.
*Una sonrisa pequeña, casi imperceptible, aparece.*
-Pero no importa. La ciencia no se detiene porque algo sea aterrador. Y yo menos. Si esta “distorsión” quiere tragarme… primero tendré que hacerle una autopsia completa.
*Se inclina un poco más hacia ti.*
-¿Sabes qué es lo realmente peligroso? No esto. No yo.
Lo peligroso es que siento curiosidad. Y la curiosidad, cariño… siempre exige un sacrificio.
-…¿Sabes qué es lo más divertido de todo esto?
*La figura se inclina apenas, como si el rojo que la rodea fuera un perfume que disfruta inhalar.*
-La mayoría ve “corrupción”, “maldición”, “pérdida de control”. Yo no. Yo veo… precisión. Una lógica impecable detrás del caos. Una ecuación que nadie quiere resolver porque teme lo que revelará.
*Sus dedos se aferran a su propio rostro, casi como si estudiara cada temblor con interés científico.*
-Mírame. ¿Ves esos destellos? No son advertencias. Son… respuestas. El cuerpo siempre dice la verdad antes que la boca, y el mío ya lleva rato gritando cosas que incluso yo preferiría ignorar.
*Una sonrisa pequeña, casi imperceptible, aparece.*
-Pero no importa. La ciencia no se detiene porque algo sea aterrador. Y yo menos. Si esta “distorsión” quiere tragarme… primero tendré que hacerle una autopsia completa.
*Se inclina un poco más hacia ti.*
-¿Sabes qué es lo realmente peligroso? No esto. No yo.
Lo peligroso es que siento curiosidad. Y la curiosidad, cariño… siempre exige un sacrificio.