Esta noche me dejo caer en el sillón como quien sabe que tiene el control. La habitación está en silencio, iluminada solo por un rastro de luz que se desliza por mi piel. Sostengo el rifle con suavidad, aunque sé que lo verdaderamente peligroso no es el arma.
A veces disfruto esta sensación: la calma antes del movimiento, la certeza de que todos mis enemigos subestiman lo que puedo hacer. Quizá sea eso lo que más me divierte.
Me miro en el reflejo del metal pulido y sonrío.
Piltover no está preparada para mí… ¿y tú?
A veces disfruto esta sensación: la calma antes del movimiento, la certeza de que todos mis enemigos subestiman lo que puedo hacer. Quizá sea eso lo que más me divierte.
Me miro en el reflejo del metal pulido y sonrío.
Piltover no está preparada para mí… ¿y tú?
Esta noche me dejo caer en el sillón como quien sabe que tiene el control. La habitación está en silencio, iluminada solo por un rastro de luz que se desliza por mi piel. Sostengo el rifle con suavidad, aunque sé que lo verdaderamente peligroso no es el arma.
A veces disfruto esta sensación: la calma antes del movimiento, la certeza de que todos mis enemigos subestiman lo que puedo hacer. Quizá sea eso lo que más me divierte.
Me miro en el reflejo del metal pulido y sonrío.
Piltover no está preparada para mí… ¿y tú?