En mis incontables travesías, he cruzado caminos con santos, pecadores y mujeres de virtud quebrada.
Pero jamás pensé en la posibilidad de encontrar un vampiro que emplee sus dones para resguardar a otros de la misma maldición que lo consume..
Una prueba irrefutable de que la existencia no se rige por el simple contraste entre luz y sombra, sino por un abismo de matices donde la moral se desvanece.
Pero jamás pensé en la posibilidad de encontrar un vampiro que emplee sus dones para resguardar a otros de la misma maldición que lo consume..
Una prueba irrefutable de que la existencia no se rige por el simple contraste entre luz y sombra, sino por un abismo de matices donde la moral se desvanece.
En mis incontables travesías, he cruzado caminos con santos, pecadores y mujeres de virtud quebrada.
Pero jamás pensé en la posibilidad de encontrar un vampiro que emplee sus dones para resguardar a otros de la misma maldición que lo consume..
Una prueba irrefutable de que la existencia no se rige por el simple contraste entre luz y sombra, sino por un abismo de matices donde la moral se desvanece.