Hakos Baelz había citado a Shiori Novella en un lugar que desafiaba toda lógica existente, su hogar. Era un espacio donde la gravedad no existía y todo flotaba sin aparente rumbo. Lss paredes eran lienzos de todos los colores imposibles y cambiantes. En el aire se percibía un fuerte olor a pegarmino antigüo mezclado con el aroma tentador del queso fundido y especias, una extraña combinación que solo es caos podía permitir
Con una torpeza juguetona, Baelz servía dos tazas de cafe. El líquido humeante llenó una de sus tazas en forma de dado, escaneó todo el entorno esperando la llegada inminente de Shiori. Estaba lista para cualquier cosa, si cualquier cosa significaba problemas.
Tiro uno de sus dados en la mesa flotante. El objeto giro en cámara lenta hasta detenerse, revelando el número siete en su cara superior
—Vaya, vaya Shiori ¿Que es lo que quieres de mí?— murmuró
Con una torpeza juguetona, Baelz servía dos tazas de cafe. El líquido humeante llenó una de sus tazas en forma de dado, escaneó todo el entorno esperando la llegada inminente de Shiori. Estaba lista para cualquier cosa, si cualquier cosa significaba problemas.
Tiro uno de sus dados en la mesa flotante. El objeto giro en cámara lenta hasta detenerse, revelando el número siete en su cara superior
—Vaya, vaya Shiori ¿Que es lo que quieres de mí?— murmuró
Hakos Baelz había citado a [specter_copper_horse_768] en un lugar que desafiaba toda lógica existente, su hogar. Era un espacio donde la gravedad no existía y todo flotaba sin aparente rumbo. Lss paredes eran lienzos de todos los colores imposibles y cambiantes. En el aire se percibía un fuerte olor a pegarmino antigüo mezclado con el aroma tentador del queso fundido y especias, una extraña combinación que solo es caos podía permitir
Con una torpeza juguetona, Baelz servía dos tazas de cafe. El líquido humeante llenó una de sus tazas en forma de dado, escaneó todo el entorno esperando la llegada inminente de Shiori. Estaba lista para cualquier cosa, si cualquier cosa significaba problemas.
Tiro uno de sus dados en la mesa flotante. El objeto giro en cámara lenta hasta detenerse, revelando el número siete en su cara superior
—Vaya, vaya Shiori ¿Que es lo que quieres de mí?— murmuró