El comienzo
El sonido de los tambores anunciaba el inicio del festival de medio otoño también conocido como "Festival de la Luna. En casi todas las regiones de China se celebraba esta importante celebración. Tal celebración se remontaba a la recolección del maiz, dando inicio asi a una rica cosecha agradeciendo a los Dioses de la tierra.
Las celebraciones variaban según cada región y cada uno de los clanes buscaba siempre priorizar y enaltecer el orgullo de distintas maneras, algunos hacían un banquete grande para invitar a los demás miembros de diversos clanes en alguna conferencia o bien los mas humildes celebraban en sus hogares en familia con la especialidad de ese dia y el afamado postre de la luna; las personas daban gala de su emotiva celebración, linternas, fuegos artificiales, sonido de flautas, tambores, música y también bailes practicados por bellas mujeres.
Los vinos no podían faltar en las celebraciones, los pabellones donde se hospedaban los cultivadores o personas en general se llenaban de risas, cantos, y en ocasiones una que otra pelea no faltaba cuando se estaba ebrio.
Fueran locales o foráneos en cada pueblo todos eran bienvenidos, siendo mas amables con la esperanza de poder vender sus artículos del mercado, telas finas, abanicos, perlas, sombrillas, joyas y demás artefactos especiales.
El color anaranjado, rojo, dorado eran los colores mas vendidos, los arboles poco a poco comenzaban a quedar secos por el cambio repentino de estación, acercándose muy pronto el invierno en las montañas.
Fue durante esa época que un elegante pero gentil joven de 17 años el cual se acababa de graduar como un cultivador dejo la montaña donde vivía con su maestra muy famosa en el mundo de la cultivacion y artes marciales. Desde pequeño el joven desarrollo un talento innato con manejo de la espada perfeccionando sus técnicas y exorcizando demonios y fantasmas.
Xiao Xingchen era un hombre joven de cabello largo recogido a media cola con un rodete y un adorno blanco con una horquilla de jade mismo que hacia juego con el traje blanco. Habia veces que su peinado llegaba a cambiar en la parte delantera pero sobresaliendo dos mechones a los lados de su rostro y le llegaban hasta el mentón. Era en pocas palabras un joven con personalidad suave pero con un corazón solido. Gentil en el exterior pero muy determinado, solidario que ayudaba a las personas que de ser posibles pedían favor,
Xiao estaba decidido a conocer el mundo, exorcizar y luchar por la justicia. Por ahora su viaje estaba a medio camino, fue por el medio día que llegó a una de los pueblos donde se estaba preparando apenas para el espectáculo nocturno de esa celebración.
Las celebraciones variaban según cada región y cada uno de los clanes buscaba siempre priorizar y enaltecer el orgullo de distintas maneras, algunos hacían un banquete grande para invitar a los demás miembros de diversos clanes en alguna conferencia o bien los mas humildes celebraban en sus hogares en familia con la especialidad de ese dia y el afamado postre de la luna; las personas daban gala de su emotiva celebración, linternas, fuegos artificiales, sonido de flautas, tambores, música y también bailes practicados por bellas mujeres.
Los vinos no podían faltar en las celebraciones, los pabellones donde se hospedaban los cultivadores o personas en general se llenaban de risas, cantos, y en ocasiones una que otra pelea no faltaba cuando se estaba ebrio.
Fueran locales o foráneos en cada pueblo todos eran bienvenidos, siendo mas amables con la esperanza de poder vender sus artículos del mercado, telas finas, abanicos, perlas, sombrillas, joyas y demás artefactos especiales.
El color anaranjado, rojo, dorado eran los colores mas vendidos, los arboles poco a poco comenzaban a quedar secos por el cambio repentino de estación, acercándose muy pronto el invierno en las montañas.
Fue durante esa época que un elegante pero gentil joven de 17 años el cual se acababa de graduar como un cultivador dejo la montaña donde vivía con su maestra muy famosa en el mundo de la cultivacion y artes marciales. Desde pequeño el joven desarrollo un talento innato con manejo de la espada perfeccionando sus técnicas y exorcizando demonios y fantasmas.
Xiao Xingchen era un hombre joven de cabello largo recogido a media cola con un rodete y un adorno blanco con una horquilla de jade mismo que hacia juego con el traje blanco. Habia veces que su peinado llegaba a cambiar en la parte delantera pero sobresaliendo dos mechones a los lados de su rostro y le llegaban hasta el mentón. Era en pocas palabras un joven con personalidad suave pero con un corazón solido. Gentil en el exterior pero muy determinado, solidario que ayudaba a las personas que de ser posibles pedían favor,
Xiao estaba decidido a conocer el mundo, exorcizar y luchar por la justicia. Por ahora su viaje estaba a medio camino, fue por el medio día que llegó a una de los pueblos donde se estaba preparando apenas para el espectáculo nocturno de esa celebración.
El sonido de los tambores anunciaba el inicio del festival de medio otoño también conocido como "Festival de la Luna. En casi todas las regiones de China se celebraba esta importante celebración. Tal celebración se remontaba a la recolección del maiz, dando inicio asi a una rica cosecha agradeciendo a los Dioses de la tierra.
Las celebraciones variaban según cada región y cada uno de los clanes buscaba siempre priorizar y enaltecer el orgullo de distintas maneras, algunos hacían un banquete grande para invitar a los demás miembros de diversos clanes en alguna conferencia o bien los mas humildes celebraban en sus hogares en familia con la especialidad de ese dia y el afamado postre de la luna; las personas daban gala de su emotiva celebración, linternas, fuegos artificiales, sonido de flautas, tambores, música y también bailes practicados por bellas mujeres.
Los vinos no podían faltar en las celebraciones, los pabellones donde se hospedaban los cultivadores o personas en general se llenaban de risas, cantos, y en ocasiones una que otra pelea no faltaba cuando se estaba ebrio.
Fueran locales o foráneos en cada pueblo todos eran bienvenidos, siendo mas amables con la esperanza de poder vender sus artículos del mercado, telas finas, abanicos, perlas, sombrillas, joyas y demás artefactos especiales.
El color anaranjado, rojo, dorado eran los colores mas vendidos, los arboles poco a poco comenzaban a quedar secos por el cambio repentino de estación, acercándose muy pronto el invierno en las montañas.
Fue durante esa época que un elegante pero gentil joven de 17 años el cual se acababa de graduar como un cultivador dejo la montaña donde vivía con su maestra muy famosa en el mundo de la cultivacion y artes marciales. Desde pequeño el joven desarrollo un talento innato con manejo de la espada perfeccionando sus técnicas y exorcizando demonios y fantasmas.
Xiao Xingchen era un hombre joven de cabello largo recogido a media cola con un rodete y un adorno blanco con una horquilla de jade mismo que hacia juego con el traje blanco. Habia veces que su peinado llegaba a cambiar en la parte delantera pero sobresaliendo dos mechones a los lados de su rostro y le llegaban hasta el mentón. Era en pocas palabras un joven con personalidad suave pero con un corazón solido. Gentil en el exterior pero muy determinado, solidario que ayudaba a las personas que de ser posibles pedían favor,
Xiao estaba decidido a conocer el mundo, exorcizar y luchar por la justicia. Por ahora su viaje estaba a medio camino, fue por el medio día que llegó a una de los pueblos donde se estaba preparando apenas para el espectáculo nocturno de esa celebración.
Tipo
Grupal
Líneas
Cualquier línea
Estado
Disponible