#Especialdíademuertos

Se han preguntado el ¿Por qué mayormente desaparecen las personas en noche de brujas y el día de muertos? Bueno...yo tengo la respuesta, los causantes son aquellos que caminan entre nosostros , aquellos que aprovechan el portal de entre los vivos y los muertos para que ocupes su lugar.

¿Como lo se? Pues porque para mí mala suerte y gracias al idiota de mi antiguo ex marido tengo que honrarlo cada año o si no me llevará al más allá de la manera más cruel posible.

Así que escuchen atentamente . Esta mierda no es un cuento de hadas. Es una put* maldición y si no prestan atención vayan despidiendose de el mundo de los vivos y si es lo que quieren no esperen a irse de una manera bonita.

Se los digo yo, una vampira de siglos de edad y de la que pocas cosas se ha doblegado de terror y la estúpida noche de los muertos es una de ellas.
Y aquí empieza la historia... A mí esposo, Alejandro. Lo maté. Fin de la historia, ¿no? Pues no. Sus familia, esos mexicanos brujos que tiene por familia, me jodieron con un conjuro. Cada puto noviembre, él regresa del Mictlán buscando mi alma y no para darme un abrazo precisamente, si no para hacerme pagar.

La primera vez que regresó, casi me mata de verdad. La Muerte, esa vieja cabrona, me pegó donde más me dolía: mi inmortalidad.

Mi cuerpo de años empezó a pudrirse, jamás lo olvidaré. Ver mis huesos bajo la piel, oler mi propia carne rancia... Dolores de cabeza que sentía que me reventaban el cráneo, y gritos de muertos desconocidos que gozaban viéndome vulnerable.

Mi nana, esa vieja bruja sabia, menos mal me salvó a tiempo, si no, estaría vagando por ahí, una calavera putrefacta a lado y por toda la eternidad con el Idiota de Alejandro. Sin embargo no pude deshacerme completamente de el , mi nana en ese entonces me puso una condición: Honrar al cabrón por la eternidad, si lo que quería era liberarme de ese horrendo destino.

Ahora bien, ¿Por qué la ofrenda y la mierda del maquillaje de esqueleto? Es simple, son reglas de supervivencia. No son para convivir, son para sobrevivir.

La Ofrenda es un Cebo: El altar, las velas, el pan de muerto... es un cebo. Pongo toda su comida favorita ahí para que el muy imbécil se entretenga , se sienta mas 'humano' y no me busque a mí. Las flores solo lo guían a la mesa, a su portal, para que se largue cuando acabe la noche. Si fallo en la ofrenda, el vendrá por mi.

El puto disfraz de Catrína es solo un camuflaje. La gente se pinta por costumbre, para horar a sus muertos, los idiotas no saben que eso les salva el pellejo.

Los muertos no son tontos, ni compasivos, son vengativos. Y en esta noche, cuando los mundos se mezclan, si no te vistes de esqueleto, si no te pintas la cara, tu alma es su alimento, un faro para cualquier espíritu hambriento o sediento de venganza. Y si te ven como uno de los suyos correrás la suerte de que te dejan en paz.

Así que, sí. Yo hago el fastidioso rito cada año para evitar que mi existencia se convierta en una agonía de putrefacción. Y tú, y todos estos idiotas que bailan aquí... están a un error de distancia de ser reclamados.

Solo recuerda, si te olvidas de tus costumbres, si olvidas poner la ofrenda, si no te disfrazas, tu alma queda expuesta, y los muertos te arrancarán la vida y tu cordura para que ocupes el lugar de un espíritu que no quiere volver al Mictlán. No sin antes torturarte hasta que supliques la muerte auténtica.

O por lo menos eso es...lo que la gente cuenta.
#Especialdíademuertos Se han preguntado el ¿Por qué mayormente desaparecen las personas en noche de brujas y el día de muertos? Bueno...yo tengo la respuesta, los causantes son aquellos que caminan entre nosostros , aquellos que aprovechan el portal de entre los vivos y los muertos para que ocupes su lugar. ¿Como lo se? Pues porque para mí mala suerte y gracias al idiota de mi antiguo ex marido tengo que honrarlo cada año o si no me llevará al más allá de la manera más cruel posible. Así que escuchen atentamente . Esta mierda no es un cuento de hadas. Es una put* maldición y si no prestan atención vayan despidiendose de el mundo de los vivos y si es lo que quieren no esperen a irse de una manera bonita. Se los digo yo, una vampira de siglos de edad y de la que pocas cosas se ha doblegado de terror y la estúpida noche de los muertos es una de ellas. Y aquí empieza la historia... A mí esposo, Alejandro. Lo maté. Fin de la historia, ¿no? Pues no. Sus familia, esos mexicanos brujos que tiene por familia, me jodieron con un conjuro. Cada puto noviembre, él regresa del Mictlán buscando mi alma y no para darme un abrazo precisamente, si no para hacerme pagar. La primera vez que regresó, casi me mata de verdad. La Muerte, esa vieja cabrona, me pegó donde más me dolía: mi inmortalidad. Mi cuerpo de años empezó a pudrirse, jamás lo olvidaré. Ver mis huesos bajo la piel, oler mi propia carne rancia... Dolores de cabeza que sentía que me reventaban el cráneo, y gritos de muertos desconocidos que gozaban viéndome vulnerable. Mi nana, esa vieja bruja sabia, menos mal me salvó a tiempo, si no, estaría vagando por ahí, una calavera putrefacta a lado y por toda la eternidad con el Idiota de Alejandro. Sin embargo no pude deshacerme completamente de el , mi nana en ese entonces me puso una condición: Honrar al cabrón por la eternidad, si lo que quería era liberarme de ese horrendo destino. Ahora bien, ¿Por qué la ofrenda y la mierda del maquillaje de esqueleto? Es simple, son reglas de supervivencia. No son para convivir, son para sobrevivir. La Ofrenda es un Cebo: El altar, las velas, el pan de muerto... es un cebo. Pongo toda su comida favorita ahí para que el muy imbécil se entretenga , se sienta mas 'humano' y no me busque a mí. Las flores solo lo guían a la mesa, a su portal, para que se largue cuando acabe la noche. Si fallo en la ofrenda, el vendrá por mi. El puto disfraz de Catrína es solo un camuflaje. La gente se pinta por costumbre, para horar a sus muertos, los idiotas no saben que eso les salva el pellejo. Los muertos no son tontos, ni compasivos, son vengativos. Y en esta noche, cuando los mundos se mezclan, si no te vistes de esqueleto, si no te pintas la cara, tu alma es su alimento, un faro para cualquier espíritu hambriento o sediento de venganza. Y si te ven como uno de los suyos correrás la suerte de que te dejan en paz. Así que, sí. Yo hago el fastidioso rito cada año para evitar que mi existencia se convierta en una agonía de putrefacción. Y tú, y todos estos idiotas que bailan aquí... están a un error de distancia de ser reclamados. Solo recuerda, si te olvidas de tus costumbres, si olvidas poner la ofrenda, si no te disfrazas, tu alma queda expuesta, y los muertos te arrancarán la vida y tu cordura para que ocupes el lugar de un espíritu que no quiere volver al Mictlán. No sin antes torturarte hasta que supliques la muerte auténtica. O por lo menos eso es...lo que la gente cuenta.
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