-El gimnasio estaba casi vacío, solo quedaban las luces de neón parpadeando en lo alto y un olor a sudor mezclado con desinfectante barato, el saco se movía al ritmo constante de los golpes-

tac, tac, tac… pausa. Tac, tac

-Un compás tan controlado que parecía más un pensamiento que un esfuerzo físico, Bondrewd no entrenaba para mantenerse en forma como la mayoría de sus compañeros creían o como el lo decía la verdad el entrenaba para mantener el control, El sudor le caía por el cuello, empapando cada músculo que había quedado al descubierto después de que esté lanzara su playera al suelo, Cada golpe era una exhalación medida, una válvula de escape para no estallar, Golpeaba con precisión quirúrgica, sin rabia visible, como si de alguna terapia se tratara-

Uno, dos… retrocede. Observa. Corrige

-El susurro era apenas audible, una especie de mantra que se repetía y a su alrededor, los pocos presentes sabían que no era buena idea interrumpirlo, tenía esa mirada que aquellos criminales que capturaba siempre describían, en su mirada una concentración que se parecía demasiado a la de un depredador antes de saltar sobre su víctima -