-Ah, Yatagarasu... mi adorable compañero celestial. ✨ Para que lo conozcan un poco más. Es el Dios del sol, guardián del equilibrio cósmico, que tomó esta forma para no derretir sus mentes mortales con su verdadero resplandor. ¿Increíble, verdad? A veces se comporta de forma un poco extraña —vomita deseos, parlotea en el lenguaje de los pájaros— pero yo lo entiendo perfectamente. Durante mi descanso, me cuidó con tanto cariño… incluso lo llamé padre. 💫 Y sí, también lo usé como bastón... ¡aunque no parecía muy feliz con eso! *risas* Pero no se preocupen —seguimos viajando juntos, entre estrellas y soles, como siempre.