Tu cuerpo.
El calor que emana de ti me rodea y me hace sentir paz.
Eres como una taza de té: a veces dulce, a veces un poco agrio; quizás con un toque de sal y un leve picante.
Cuando te abrazo, la tranquilidad me envuelve, como cuando me recostaba en el pasto y cerraba los ojos escuchando las hojas mecerse con el viento.
Respiro tu aroma apaciguadamente, y olvido todo lo que hay fuera de este mundo.
Mi luz cálida, mi refugio…
Mi silencio se arrulla con tus respiraciones combinadas a las mías.
Si pudiera dormir en tu pecho esta noche, sería mi lugar favorito.
Tu cuerpo.
El calor que emana de ti me rodea y me hace sentir paz.
Eres como una taza de té: a veces dulce, a veces un poco agrio; quizás con un toque de sal y un leve picante.
Cuando te abrazo, la tranquilidad me envuelve, como cuando me recostaba en el pasto y cerraba los ojos escuchando las hojas mecerse con el viento.
Respiro tu aroma apaciguadamente, y olvido todo lo que hay fuera de este mundo.
Mi luz cálida, mi refugio…
Mi silencio se arrulla con tus respiraciones combinadas a las mías.
Si pudiera dormir en tu pecho esta noche, sería mi lugar favorito.