𝙸 𝚠𝚒𝚕𝚕 𝚏𝚘𝚕𝚕𝚘𝚠 𝚢𝚘𝚞 𝚒𝚗𝚝𝚘 𝚝𝚑𝚎 𝚍𝚊𝚛𝚔 . . .
ılılı 𝄪 ♫ ﹒ lı ◠◠ ♩ ◠◠ ıl ﹒ ♫ 𝄪 ılılı
Decidirse por un disfraz para la futura sesión de fotos alusiva a Halloween se estaba convirtiendo en todo un reto. Ji-Hyun frunció el ceño mientras repasaba mentalmente los clichés de cada año: momias, hombres lobo, hechiceros, zombies y, por supuesto, los vampiros de siempre. Si bien le encantaba la elegancia que podían aportar estos seres nocturnos, algo dentro de él pedía probar algo distinto… algo fuera de su zona de confort.
Se pasó la mano por el cabello y miró al staff de fotógrafos y diseñadores, quienes debatían acaloradamente en la sala de juntas. Todos buscaban la opción perfecta, esa que capturara la autenticidad por la que era reconocida Dal-Heun Atelier. La tensión estaba presente en la habitación, y Ji-Hyun no podía evitar sentir que la decisión los estaba torturando a todos.
De repente, como si el cielo respondiera a sus plegarias, su celular vibró. Tomó su móvil y se disculpó con una sonrisa tenue para después apartarse un momento con la intención de revisar el mensaje. Era un TikTok de Ha-Rin sobre la película El Castillo Infinito. Ji-Hyun arqueó una ceja y no pudo evitar sonreír.
—Así que era esto… —Murmuró para sí mismo, divertido y un poco aliviado—. ¿Cómo no lo pensé antes?
Considerablemente más relajado, se acercó al resto del staff, mostrando la pantalla:
—Esto es lo que estábamos buscando.— Mencionó orgulloso mientras que el grupo se inclinó para ver el video y, tras unos minutos de análisis, los diseñadores asintieron entusiasmados. De todos los personajes del TikTok, Muzan era el que mejor representaba lo que querían mostrar este año.
Ji-Hyun pudo notar cómo se iluminaban los ojos de los diseñadores al imaginar las prendas que crearían, inspiradas en el porte y elegancia del demonio.
—¿Ven? Con esto, seguro que podemos hacer algo increíble y aprovechar las tendencias actuales.—
Ahora motivados y con una idea clara, todos se pusieron manos a la obra. En cuanto a Ji-Hyun, quien observaba a su equipo organizándose, sacó su celular y escribió un mensaje rápido a Ha-Rin, agradeciéndole y aprovechando para invitarlo a cenar. Tal vez no solo como gratitud, sino también para contarle de primera mano el proyecto que estaba en puerta gracias a su aporte.
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Decidirse por un disfraz para la futura sesión de fotos alusiva a Halloween se estaba convirtiendo en todo un reto. Ji-Hyun frunció el ceño mientras repasaba mentalmente los clichés de cada año: momias, hombres lobo, hechiceros, zombies y, por supuesto, los vampiros de siempre. Si bien le encantaba la elegancia que podían aportar estos seres nocturnos, algo dentro de él pedía probar algo distinto… algo fuera de su zona de confort.
Se pasó la mano por el cabello y miró al staff de fotógrafos y diseñadores, quienes debatían acaloradamente en la sala de juntas. Todos buscaban la opción perfecta, esa que capturara la autenticidad por la que era reconocida Dal-Heun Atelier. La tensión estaba presente en la habitación, y Ji-Hyun no podía evitar sentir que la decisión los estaba torturando a todos.
De repente, como si el cielo respondiera a sus plegarias, su celular vibró. Tomó su móvil y se disculpó con una sonrisa tenue para después apartarse un momento con la intención de revisar el mensaje. Era un TikTok de Ha-Rin sobre la película El Castillo Infinito. Ji-Hyun arqueó una ceja y no pudo evitar sonreír.
—Así que era esto… —Murmuró para sí mismo, divertido y un poco aliviado—. ¿Cómo no lo pensé antes?
Considerablemente más relajado, se acercó al resto del staff, mostrando la pantalla:
—Esto es lo que estábamos buscando.— Mencionó orgulloso mientras que el grupo se inclinó para ver el video y, tras unos minutos de análisis, los diseñadores asintieron entusiasmados. De todos los personajes del TikTok, Muzan era el que mejor representaba lo que querían mostrar este año.
Ji-Hyun pudo notar cómo se iluminaban los ojos de los diseñadores al imaginar las prendas que crearían, inspiradas en el porte y elegancia del demonio.
—¿Ven? Con esto, seguro que podemos hacer algo increíble y aprovechar las tendencias actuales.—
Ahora motivados y con una idea clara, todos se pusieron manos a la obra. En cuanto a Ji-Hyun, quien observaba a su equipo organizándose, sacó su celular y escribió un mensaje rápido a Ha-Rin, agradeciéndole y aprovechando para invitarlo a cenar. Tal vez no solo como gratitud, sino también para contarle de primera mano el proyecto que estaba en puerta gracias a su aporte.
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Decidirse por un disfraz para la futura sesión de fotos alusiva a Halloween se estaba convirtiendo en todo un reto. Ji-Hyun frunció el ceño mientras repasaba mentalmente los clichés de cada año: momias, hombres lobo, hechiceros, zombies y, por supuesto, los vampiros de siempre. Si bien le encantaba la elegancia que podían aportar estos seres nocturnos, algo dentro de él pedía probar algo distinto… algo fuera de su zona de confort.
Se pasó la mano por el cabello y miró al staff de fotógrafos y diseñadores, quienes debatían acaloradamente en la sala de juntas. Todos buscaban la opción perfecta, esa que capturara la autenticidad por la que era reconocida Dal-Heun Atelier. La tensión estaba presente en la habitación, y Ji-Hyun no podía evitar sentir que la decisión los estaba torturando a todos.
De repente, como si el cielo respondiera a sus plegarias, su celular vibró. Tomó su móvil y se disculpó con una sonrisa tenue para después apartarse un momento con la intención de revisar el mensaje. Era un TikTok de Ha-Rin sobre la película El Castillo Infinito. Ji-Hyun arqueó una ceja y no pudo evitar sonreír.
—Así que era esto… —Murmuró para sí mismo, divertido y un poco aliviado—. ¿Cómo no lo pensé antes?
Considerablemente más relajado, se acercó al resto del staff, mostrando la pantalla:
—Esto es lo que estábamos buscando.— Mencionó orgulloso mientras que el grupo se inclinó para ver el video y, tras unos minutos de análisis, los diseñadores asintieron entusiasmados. De todos los personajes del TikTok, Muzan era el que mejor representaba lo que querían mostrar este año.
Ji-Hyun pudo notar cómo se iluminaban los ojos de los diseñadores al imaginar las prendas que crearían, inspiradas en el porte y elegancia del demonio.
—¿Ven? Con esto, seguro que podemos hacer algo increíble y aprovechar las tendencias actuales.—
Ahora motivados y con una idea clara, todos se pusieron manos a la obra. En cuanto a Ji-Hyun, quien observaba a su equipo organizándose, sacó su celular y escribió un mensaje rápido a Ha-Rin, agradeciéndole y aprovechando para invitarlo a cenar. Tal vez no solo como gratitud, sino también para contarle de primera mano el proyecto que estaba en puerta gracias a su aporte.
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