Una tarde nublada en la universidad. Arlo salía del edificio de ingeniería con su mochila medio abierta y los audífonos colgando del cuello. Acaba de terminar su última clase del día. En la explanada, los estudiantes reían, compraban café y hacían planes.
Arlo se encaminaba hacia la salida, mirando el suelo cuando de pronto su celular comiemza a vibrar dentro del bolsillo de su pantalón. Un número sin nombre parpadeaba en la pantalla y lo reconoció al instante, sus manos comenzaron a sudar y el aire se volvió más denso.
Respiró hondo y contestó la llamada.
— Hoy...tengo trabajo. No sé si pueda...
La llamada se cortó, Arlo se queda con el teléfono en la mano y miró la pantalla negra, presentía que no sería una noche tranquila para él.
Arlo se encaminaba hacia la salida, mirando el suelo cuando de pronto su celular comiemza a vibrar dentro del bolsillo de su pantalón. Un número sin nombre parpadeaba en la pantalla y lo reconoció al instante, sus manos comenzaron a sudar y el aire se volvió más denso.
Respiró hondo y contestó la llamada.
— Hoy...tengo trabajo. No sé si pueda...
La llamada se cortó, Arlo se queda con el teléfono en la mano y miró la pantalla negra, presentía que no sería una noche tranquila para él.
Una tarde nublada en la universidad. Arlo salía del edificio de ingeniería con su mochila medio abierta y los audífonos colgando del cuello. Acaba de terminar su última clase del día. En la explanada, los estudiantes reían, compraban café y hacían planes.
Arlo se encaminaba hacia la salida, mirando el suelo cuando de pronto su celular comiemza a vibrar dentro del bolsillo de su pantalón. Un número sin nombre parpadeaba en la pantalla y lo reconoció al instante, sus manos comenzaron a sudar y el aire se volvió más denso.
Respiró hondo y contestó la llamada.
— Hoy...tengo trabajo. No sé si pueda...
La llamada se cortó, Arlo se queda con el teléfono en la mano y miró la pantalla negra, presentía que no sería una noche tranquila para él.
