La castaña habia estado toda la tarde preparando la cena ideal, el aroma calido llenaba toda la cocina. Se inclino un poco sobre la olla, soplando suavemente la cuchara antes de probar la comida. Cerro los ojso apenas un instante, como si estuviera evaluando su sabor con toda la atención del mundo.
—Mmm... Creo que esta vez si quedo perfecto.—Murmuró con una risa baja, moviendo su cabeza en su dirección.— ¿Quieres probar?
Extendio la cuchara con una expresión tan suave que el gesto parecía más una invitación que una pregunta. Apenas se estaba poniendo el sol y la luz del atardecer se colaba por la ventana.
—Te dire un secreto..., el ingrediente secreto siempre es el amor.
—Mmm... Creo que esta vez si quedo perfecto.—Murmuró con una risa baja, moviendo su cabeza en su dirección.— ¿Quieres probar?
Extendio la cuchara con una expresión tan suave que el gesto parecía más una invitación que una pregunta. Apenas se estaba poniendo el sol y la luz del atardecer se colaba por la ventana.
—Te dire un secreto..., el ingrediente secreto siempre es el amor.
La castaña habia estado toda la tarde preparando la cena ideal, el aroma calido llenaba toda la cocina. Se inclino un poco sobre la olla, soplando suavemente la cuchara antes de probar la comida. Cerro los ojso apenas un instante, como si estuviera evaluando su sabor con toda la atención del mundo.
—Mmm... Creo que esta vez si quedo perfecto.—Murmuró con una risa baja, moviendo su cabeza en su dirección.— ¿Quieres probar?
Extendio la cuchara con una expresión tan suave que el gesto parecía más una invitación que una pregunta. Apenas se estaba poniendo el sol y la luz del atardecer se colaba por la ventana.
—Te dire un secreto..., el ingrediente secreto siempre es el amor.