Había pasado casi una semana devanándose los sesos porque no era capaz de dar con el regalo perfecto. Sabía cuándo era el cumpleaños de Hudson y no tenía ni puñetera idea de qué regalarle.

¿Una corbata? Qué idiotez, él no usaba corbatas.
¿Una colonia? Puagh. No. No era su maldito padre.
¿Artículos selectos de su tienda erótica favorita? Una declaración de intenciones en toda regla...

Era complicado dar con el regalo perfecto para un hombre al que apenas conocías y que, de repente, significaba demasiado.

Pero entonces... dio con la respuesta. Era absurda, era una tontería, pero estaba segura de que él se reiría. Así que cuando Hudson Fitzgerald la recogió aquel dia, Maeve entró en el coche con una bolsa de papel del burguer más cercano en una mano. En el interior un menú como el que habían compartido aquel día y...

—Fíjate, ¡trae regalo! —sonrió Maeve señalando el interior de la bolsa. En el interior una caja cuadrada contenía un reloj que, si bien no era exageradamente caro habia servido para hacer la segunda tontería del día pues en lugar de numero 11, el reloj tenía una M de Maeve, pues las 23:00 era la hora a la que la habia recogido todos aquellos dias— Feliz cumpleaños, Fitz...
Había pasado casi una semana devanándose los sesos porque no era capaz de dar con el regalo perfecto. Sabía cuándo era el cumpleaños de Hudson y no tenía ni puñetera idea de qué regalarle. ¿Una corbata? Qué idiotez, él no usaba corbatas. ¿Una colonia? Puagh. No. No era su maldito padre. ¿Artículos selectos de su tienda erótica favorita? Una declaración de intenciones en toda regla... Era complicado dar con el regalo perfecto para un hombre al que apenas conocías y que, de repente, significaba demasiado. Pero entonces... dio con la respuesta. Era absurda, era una tontería, pero estaba segura de que él se reiría. Así que cuando [HUDS0N] la recogió aquel dia, Maeve entró en el coche con una bolsa de papel del burguer más cercano en una mano. En el interior un menú como el que habían compartido aquel día y... —Fíjate, ¡trae regalo! —sonrió Maeve señalando el interior de la bolsa. En el interior una caja cuadrada contenía un reloj que, si bien no era exageradamente caro habia servido para hacer la segunda tontería del día pues en lugar de numero 11, el reloj tenía una M de Maeve, pues las 23:00 era la hora a la que la habia recogido todos aquellos dias— Feliz cumpleaños, Fitz...
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