Las cosas preciosas y frágiles
no deberían existir tanto tiempo.
Y sin embargo, mírate… aún intentando sonreír.
Las cosas se dañan.
Las cosas se rompen.
A veces simplemente dejan de resistir.
Tus ojos, tan llenos de fe,
no deberían conocer el dolor,
No lo negaré:
quise verte perfecta,
y te arranqué la paz con mis propias manos.
Si hay un dios mirando esto,
que vea a través de tus ojos.
No intentes perdonar.
Las cosas se dañan,
las cosas se rompen…
y tú, mi preciosa muñeca,
solo fuiste otra cosa que aprendí a destruir con cuidado.
no deberían existir tanto tiempo.
Y sin embargo, mírate… aún intentando sonreír.
Las cosas se dañan.
Las cosas se rompen.
A veces simplemente dejan de resistir.
Tus ojos, tan llenos de fe,
no deberían conocer el dolor,
No lo negaré:
quise verte perfecta,
y te arranqué la paz con mis propias manos.
Si hay un dios mirando esto,
que vea a través de tus ojos.
No intentes perdonar.
Las cosas se dañan,
las cosas se rompen…
y tú, mi preciosa muñeca,
solo fuiste otra cosa que aprendí a destruir con cuidado.
Las cosas preciosas y frágiles
no deberían existir tanto tiempo.
Y sin embargo, mírate… aún intentando sonreír.
Las cosas se dañan.
Las cosas se rompen.
A veces simplemente dejan de resistir.
Tus ojos, tan llenos de fe,
no deberían conocer el dolor,
No lo negaré:
quise verte perfecta,
y te arranqué la paz con mis propias manos.
Si hay un dios mirando esto,
que vea a través de tus ojos.
No intentes perdonar.
Las cosas se dañan,
las cosas se rompen…
y tú, mi preciosa muñeca,
solo fuiste otra cosa que aprendí a destruir con cuidado.