Su primer día, no fue ni de lejos como lo esperaba. Aunque se preparó durante meses para su nuevo cargo y tenía una lista interminable de excusas, por si algún alumno le preguntaba acerca de su magia.
Ese día... Apenas pudo responder. La clase transcurría desastrosamente, cuando un alumno, en tono burlon le gritó:
—"¡Tiene más habilidad para esto un niño de primaria! ¿Ni si quiera puede conjurar un hechizo simple?"
La respuesta era clara.. No lo hacía y no era porque no quisiera, sino porque no podía.
Le falta mucha empatía al mundo mágico, pensó, pero olvidaba un pequeño detalle, ella era la profesora y él, tan solo un alumno de primer año. Con una sonrisa burlona lo desafió a una batalla, lo que no sabía el alumno era que ella lo haría tropezar sin necesidad de magia y caería al suelo.
El día finalizó sin otros inconvenientes, se encontraba sentada en uno de los bancos del patio, observando el atardecer con un sentimiento diferente al habitual, estaba tan frustrada.
—Primer día en este nuevo cargo— Suspiró— Y se puede decir que estoy más nerviosa que los alumnos...
Ese día... Apenas pudo responder. La clase transcurría desastrosamente, cuando un alumno, en tono burlon le gritó:
—"¡Tiene más habilidad para esto un niño de primaria! ¿Ni si quiera puede conjurar un hechizo simple?"
La respuesta era clara.. No lo hacía y no era porque no quisiera, sino porque no podía.
Le falta mucha empatía al mundo mágico, pensó, pero olvidaba un pequeño detalle, ella era la profesora y él, tan solo un alumno de primer año. Con una sonrisa burlona lo desafió a una batalla, lo que no sabía el alumno era que ella lo haría tropezar sin necesidad de magia y caería al suelo.
El día finalizó sin otros inconvenientes, se encontraba sentada en uno de los bancos del patio, observando el atardecer con un sentimiento diferente al habitual, estaba tan frustrada.
—Primer día en este nuevo cargo— Suspiró— Y se puede decir que estoy más nerviosa que los alumnos...
Su primer día, no fue ni de lejos como lo esperaba. Aunque se preparó durante meses para su nuevo cargo y tenía una lista interminable de excusas, por si algún alumno le preguntaba acerca de su magia.
Ese día... Apenas pudo responder. La clase transcurría desastrosamente, cuando un alumno, en tono burlon le gritó:
—"¡Tiene más habilidad para esto un niño de primaria! ¿Ni si quiera puede conjurar un hechizo simple?"
La respuesta era clara.. No lo hacía y no era porque no quisiera, sino porque no podía.
Le falta mucha empatía al mundo mágico, pensó, pero olvidaba un pequeño detalle, ella era la profesora y él, tan solo un alumno de primer año. Con una sonrisa burlona lo desafió a una batalla, lo que no sabía el alumno era que ella lo haría tropezar sin necesidad de magia y caería al suelo.
El día finalizó sin otros inconvenientes, se encontraba sentada en uno de los bancos del patio, observando el atardecer con un sentimiento diferente al habitual, estaba tan frustrada.
—Primer día en este nuevo cargo— Suspiró— Y se puede decir que estoy más nerviosa que los alumnos...
