En mi imperio, la elegancia no es un lujo… es una condena.
Cada mirada que conquisto, cada alma que deslumbro, es otra chispa ardiendo en el infierno del glamour que yo mismo creé.
Cada mirada que conquisto, cada alma que deslumbro, es otra chispa ardiendo en el infierno del glamour que yo mismo creé.
En mi imperio, la elegancia no es un lujo… es una condena.
Cada mirada que conquisto, cada alma que deslumbro, es otra chispa ardiendo en el infierno del glamour que yo mismo creé. 👁️🔥💄🕯️


