-Ya que no podía estar en el hospital, decidió realizar su segundo trabajo, que por lo general lo hacía de noche pero al tener tiempo, se vistió como siempre, vestido largo hasta el suelo con taco alto que apenas sonaba contra el cemento, con un abrigo azul rey que se cerraba hasta el cuello, y un sombrero de ala ancha del mismo tono cubriendo un lado de su rostro, guantes blancos, su cabello recogido por un tomate, que se veía apenas detrás del sombrero y un bastón que en su punta tenía la forma el rostro de un pájaro con ojos de gemas azules claros. Caminaba con calma hacia una antigua galería, pasando por las tiendas con elegancia, Salem iba al lado de la mujer. Los propietarios al verla se escondieron rápidamente, murmurando que ahí venía nuevamente.
Se detuvo en una carpintería, entró en esta mirando a un anciano que estaba anotando unas cosas en una libreta-
Carpintero: Buenos días.. en que la puedo ayudar..?
-El hombre vio a la mujer y la reconoció sonriendo -
Buenos días William..
Carpintero: veo que ya llegó el día.. paso muy rápido el tiempo señorita, pero, un trato es un trato..
-La mujer solo lo miro sonriendo levemente -
¿Algo que le gustaría dejar o decir?
Carpintero: solo dígale a mi hijo que estoy orgulloso de él..
-La mujer asintió y camino hacia la puerta que parecía un armario o la bodega del carpintero, tocó el pomo de esta y la puerta cambio de color, al abrirla un campo de flores con un cielo despejado y luminoso había detrás -
Lo hiciste bien William, aprovechaste bien esos 20 años extras, y está es tu recompensa.. puedes descansar tranquilo
-El carpintero asintió algo emocionado y camino hacia la puerta entrando a aquel campo florido la mujer cerró la puerta soltando el pomo. Del segundo piso bajó un joven delgado de unos 23 años-
Joven: necesita ayuda?
No joven ya me recibí lo que tenía que llevarme.
-La mujer asintió despidiéndose con el sombrero, caminando fuera de la tienda pero se detuvo recordando el mensaje -
Su padre me dejó un mensaje “ Está orgulloso de ti, continúa así”
-Miro de reojo al joven y salió del lugar el gato la siguió. El joven se quedó preguntando comenzó a buscar a su padre y cuando entró a la bodega el cuerpo de su padre está muerto con una sonrisa-
Se detuvo en una carpintería, entró en esta mirando a un anciano que estaba anotando unas cosas en una libreta-
Carpintero: Buenos días.. en que la puedo ayudar..?
-El hombre vio a la mujer y la reconoció sonriendo -
Buenos días William..
Carpintero: veo que ya llegó el día.. paso muy rápido el tiempo señorita, pero, un trato es un trato..
-La mujer solo lo miro sonriendo levemente -
¿Algo que le gustaría dejar o decir?
Carpintero: solo dígale a mi hijo que estoy orgulloso de él..
-La mujer asintió y camino hacia la puerta que parecía un armario o la bodega del carpintero, tocó el pomo de esta y la puerta cambio de color, al abrirla un campo de flores con un cielo despejado y luminoso había detrás -
Lo hiciste bien William, aprovechaste bien esos 20 años extras, y está es tu recompensa.. puedes descansar tranquilo
-El carpintero asintió algo emocionado y camino hacia la puerta entrando a aquel campo florido la mujer cerró la puerta soltando el pomo. Del segundo piso bajó un joven delgado de unos 23 años-
Joven: necesita ayuda?
No joven ya me recibí lo que tenía que llevarme.
-La mujer asintió despidiéndose con el sombrero, caminando fuera de la tienda pero se detuvo recordando el mensaje -
Su padre me dejó un mensaje “ Está orgulloso de ti, continúa así”
-Miro de reojo al joven y salió del lugar el gato la siguió. El joven se quedó preguntando comenzó a buscar a su padre y cuando entró a la bodega el cuerpo de su padre está muerto con una sonrisa-
-Ya que no podía estar en el hospital, decidió realizar su segundo trabajo, que por lo general lo hacía de noche pero al tener tiempo, se vistió como siempre, vestido largo hasta el suelo con taco alto que apenas sonaba contra el cemento, con un abrigo azul rey que se cerraba hasta el cuello, y un sombrero de ala ancha del mismo tono cubriendo un lado de su rostro, guantes blancos, su cabello recogido por un tomate, que se veía apenas detrás del sombrero y un bastón que en su punta tenía la forma el rostro de un pájaro con ojos de gemas azules claros. Caminaba con calma hacia una antigua galería, pasando por las tiendas con elegancia, Salem iba al lado de la mujer. Los propietarios al verla se escondieron rápidamente, murmurando que ahí venía nuevamente.
Se detuvo en una carpintería, entró en esta mirando a un anciano que estaba anotando unas cosas en una libreta-
Carpintero: Buenos días.. en que la puedo ayudar..?
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Buenos días William..
Carpintero: veo que ya llegó el día.. paso muy rápido el tiempo señorita, pero, un trato es un trato..
-La mujer solo lo miro sonriendo levemente -
¿Algo que le gustaría dejar o decir?
Carpintero: solo dígale a mi hijo que estoy orgulloso de él..
-La mujer asintió y camino hacia la puerta que parecía un armario o la bodega del carpintero, tocó el pomo de esta y la puerta cambio de color, al abrirla un campo de flores con un cielo despejado y luminoso había detrás -
Lo hiciste bien William, aprovechaste bien esos 20 años extras, y está es tu recompensa.. puedes descansar tranquilo
-El carpintero asintió algo emocionado y camino hacia la puerta entrando a aquel campo florido la mujer cerró la puerta soltando el pomo. Del segundo piso bajó un joven delgado de unos 23 años-
Joven: necesita ayuda?
No joven ya me recibí lo que tenía que llevarme.
-La mujer asintió despidiéndose con el sombrero, caminando fuera de la tienda pero se detuvo recordando el mensaje -
Su padre me dejó un mensaje “ Está orgulloso de ti, continúa así”
-Miro de reojo al joven y salió del lugar el gato la siguió. El joven se quedó preguntando comenzó a buscar a su padre y cuando entró a la bodega el cuerpo de su padre está muerto con una sonrisa-

