“Observo en silencio… incluso aquí, rodeada de terciopelo rojo y apariencias solemnes, no dejo de ser lo que soy: una sirviente de la voluntad, un faro de disciplina y electricidad contenida. Si mis manos parecen delicadas, es porque aún no has visto cómo pueden encenderse de tormenta. Que mi porte sereno no te engañe… la tempestad siempre aguarda bajo esta calma.”
“Observo en silencio… incluso aquí, rodeada de terciopelo rojo y apariencias solemnes, no dejo de ser lo que soy: una sirviente de la voluntad, un faro de disciplina y electricidad contenida. Si mis manos parecen delicadas, es porque aún no has visto cómo pueden encenderse de tormenta. Que mi porte sereno no te engañe… la tempestad siempre aguarda bajo esta calma.”

