No basta con existir en la línea, hay que ser aquella palabra que ni el tiempo se atreve a borrar. Si no lo dejas todo, si no ardes hasta los huesos, ¿qué esperas que el mundo recuerde de tí? No puedes suplicar eternidad dejando solo migajas por donde vas.
No basta con existir en la línea, hay que ser aquella palabra que ni el tiempo se atreve a borrar. Si no lo dejas todo, si no ardes hasta los huesos, ¿qué esperas que el mundo recuerde de tí? No puedes suplicar eternidad dejando solo migajas por donde vas.


