La sala estaba bañada en sombras, con apenas unos destellos de luz que parpadeaban tímidamente desde las velas, colocadas sobre candelabros de hierro forjado que parecían los restos de un pasado olvidado. El aire estaba denso, cargado de humedad, y el leve sonido de engranajes oxidados resonaba en las paredes como un susurro interminable. Lyra se encontraba de pie frente a una gran ventana, sus ojos observaban la lluvia que azotaba el cristal, mientras sus cabellos oscuros caían en ondas suaves sobre su espalda.

El corsé de metal y encaje, tejido con destreza, abrazaba su cuerpo como si fuera su segunda capa de piel. Parecía parte de la misma oscuridad que la rodeaba, una extensión de su esencia. Los engranajes en el fondo, aparentemente inanimados, daban un aire inquietante a la escena. Cada giro, cada pequeño clic de la maquinaria, parecía marcar el ritmo de un tiempo eterno y cruel.

De repente, escucho pasos a su detrás, alguien avanzaba con cautela, como si el simple hecho de respirar en ese lugar pudiera desatar algo terrible. Sus pasos eran suaves, pero en el silencio de la sala, sonaban como truenos.

Lyra ni siquiera de inmuto al inicio, pero cuando lo hizo y se giró, sus ojos brillaron con un azul grisaceo intenso, reflejando un abismo insondable. La fría expresión en su rostro no dejaba lugar a dudas.

♧ La eternidad observa todo con ojos vacíos- dijo con voz suave, pero cargada de algo oscuro - Pero yo soy la que da vida a sus más oscuros deseos. ¿Por qué has venido a perturbar el silencio de este reino?-
La sala estaba bañada en sombras, con apenas unos destellos de luz que parpadeaban tímidamente desde las velas, colocadas sobre candelabros de hierro forjado que parecían los restos de un pasado olvidado. El aire estaba denso, cargado de humedad, y el leve sonido de engranajes oxidados resonaba en las paredes como un susurro interminable. Lyra se encontraba de pie frente a una gran ventana, sus ojos observaban la lluvia que azotaba el cristal, mientras sus cabellos oscuros caían en ondas suaves sobre su espalda. El corsé de metal y encaje, tejido con destreza, abrazaba su cuerpo como si fuera su segunda capa de piel. Parecía parte de la misma oscuridad que la rodeaba, una extensión de su esencia. Los engranajes en el fondo, aparentemente inanimados, daban un aire inquietante a la escena. Cada giro, cada pequeño clic de la maquinaria, parecía marcar el ritmo de un tiempo eterno y cruel. De repente, escucho pasos a su detrás, alguien avanzaba con cautela, como si el simple hecho de respirar en ese lugar pudiera desatar algo terrible. Sus pasos eran suaves, pero en el silencio de la sala, sonaban como truenos. Lyra ni siquiera de inmuto al inicio, pero cuando lo hizo y se giró, sus ojos brillaron con un azul grisaceo intenso, reflejando un abismo insondable. La fría expresión en su rostro no dejaba lugar a dudas. ♧ La eternidad observa todo con ojos vacíos- dijo con voz suave, pero cargada de algo oscuro - Pero yo soy la que da vida a sus más oscuros deseos. ¿Por qué has venido a perturbar el silencio de este reino?-
Me gusta
Me encocora
10
17 turnos 0 maullidos
Patrocinados
Patrocinados