────¿Té o café, señorita? Yo recomiendo el té de manzanilla y lavanda, calma hasta los nervios más inquietos. ¿Sabe? En esta cafetería solemos bromear diciendo que cada taza tiene su propio carácter. Es como si pudieran leer el corazón de quienes las beben. Hoy la mía me susurró que a usted le vendría mejor algo más dulce. Y ahora déjeme adivinar; son tres cucharaditas de azúcar, justo cómo le gusta. Tranquila, no me lo ha dicho, lo he adivinado por mera casualidad.
La chica de largo delantal sonrió. Ay, como disfrutaba de interpretar esa clase de papeles frente a las cámaras: la maid linda y misteriosa, en la cafetería más antigua de la ciudad. ¿Qué secretos se ocultaban dentro de sus muros?
La chica de largo delantal sonrió. Ay, como disfrutaba de interpretar esa clase de papeles frente a las cámaras: la maid linda y misteriosa, en la cafetería más antigua de la ciudad. ¿Qué secretos se ocultaban dentro de sus muros?
────¿Té o café, señorita? Yo recomiendo el té de manzanilla y lavanda, calma hasta los nervios más inquietos. ¿Sabe? En esta cafetería solemos bromear diciendo que cada taza tiene su propio carácter. Es como si pudieran leer el corazón de quienes las beben. Hoy la mía me susurró que a usted le vendría mejor algo más dulce. Y ahora déjeme adivinar; son tres cucharaditas de azúcar, justo cómo le gusta. Tranquila, no me lo ha dicho, lo he adivinado por mera casualidad.
La chica de largo delantal sonrió. Ay, como disfrutaba de interpretar esa clase de papeles frente a las cámaras: la maid linda y misteriosa, en la cafetería más antigua de la ciudad. ¿Qué secretos se ocultaban dentro de sus muros?

