El atardecer bañaba el campus en tonos dorados cuando Circe se escapó al jardín trasero de la facultad, donde los rosales trepaban como si quisieran alcanzar el cielo. Vestida con un ligero vestido lila que parecía brillar con cada rayo de luz, se dejó caer sobre la hierba aún tibia. Rodeada de flores, jugaba a adornarse el cabello con coronas improvisadas, hasta que terminó por perder la noción del tiempo.
Apoyada en su mano, con las mejillas encendidas por la brisa y la risa que aún se le escapaba de vez en cuando, notó una presencia acercándose.
— ¿Sabías que este lugar casi nadie lo conoce? —dijo con su voz clara y alegre, sin apartar la vista de la flor que sostenía. Luego levantó la mirada con una chispa traviesa en los ojos. —Aunque ahora que llegaste. . . supongo que tendré que compartirlo. ♡
Apoyada en su mano, con las mejillas encendidas por la brisa y la risa que aún se le escapaba de vez en cuando, notó una presencia acercándose.
— ¿Sabías que este lugar casi nadie lo conoce? —dijo con su voz clara y alegre, sin apartar la vista de la flor que sostenía. Luego levantó la mirada con una chispa traviesa en los ojos. —Aunque ahora que llegaste. . . supongo que tendré que compartirlo. ♡
El atardecer bañaba el campus en tonos dorados cuando Circe se escapó al jardín trasero de la facultad, donde los rosales trepaban como si quisieran alcanzar el cielo. Vestida con un ligero vestido lila que parecía brillar con cada rayo de luz, se dejó caer sobre la hierba aún tibia. Rodeada de flores, jugaba a adornarse el cabello con coronas improvisadas, hasta que terminó por perder la noción del tiempo.
Apoyada en su mano, con las mejillas encendidas por la brisa y la risa que aún se le escapaba de vez en cuando, notó una presencia acercándose.
— ¿Sabías que este lugar casi nadie lo conoce? —dijo con su voz clara y alegre, sin apartar la vista de la flor que sostenía. Luego levantó la mirada con una chispa traviesa en los ojos. —Aunque ahora que llegaste. . . supongo que tendré que compartirlo. ♡
