Todo empezó con una copa de vino blanco. Apenas la conocía, solo de vista, un par de palabras cruzadas y nada más. Pero yo no podía quedarme ahí. El vino tinto siempre fue mejor, más intenso, más honesto… y con él llegaron sabores nuevos, la excusa perfecta para acercarme y conocernos mejor.
La piscina y la luna llena fueron testigos de lo que comenzó a nacer entre nosotros. Algo que ninguno buscaba, pero que apareció de todos modos. Y ahora, sin lunas que interfieran, sin influencias extrañas, lo que siento no se detiene… crece.
Ella dijo que sí, si a ser algo más, si a caminar conmigo. Y ese simple “sí” vale más que cualquier promesa.
Isla Rowan
La piscina y la luna llena fueron testigos de lo que comenzó a nacer entre nosotros. Algo que ninguno buscaba, pero que apareció de todos modos. Y ahora, sin lunas que interfieran, sin influencias extrañas, lo que siento no se detiene… crece.
Ella dijo que sí, si a ser algo más, si a caminar conmigo. Y ese simple “sí” vale más que cualquier promesa.
Isla Rowan
Todo empezó con una copa de vino blanco. Apenas la conocía, solo de vista, un par de palabras cruzadas y nada más. Pero yo no podía quedarme ahí. El vino tinto siempre fue mejor, más intenso, más honesto… y con él llegaron sabores nuevos, la excusa perfecta para acercarme y conocernos mejor.
La piscina y la luna llena fueron testigos de lo que comenzó a nacer entre nosotros. Algo que ninguno buscaba, pero que apareció de todos modos. Y ahora, sin lunas que interfieran, sin influencias extrañas, lo que siento no se detiene… crece.
Ella dijo que sí, si a ser algo más, si a caminar conmigo. Y ese simple “sí” vale más que cualquier promesa.
[legend_peridot_mule_195]

