【PASADO】

Estaba listo. En verdad lo estaba. Al fin era el momento de salir y ver el mundo por completo. Solo unas horas más hasta que el sol comenzara a asomarse por el horizonte para que empezara una nueva mañana.

Pero él no podía dormir. Se movía de un lado a otro en la cama, girándose, quedando boca arriba, boca abajo, hasta intentó acurrucarse en posición fetal para ver si eso se le hacía más cómodo. Nada ayudó. Los nervios lo estaban comiendo vivo.

—Puta madre... —soltó en voz baja a la vez que se sentó en el borde de la cama, la cual se quejó un poco por el repentino movimiento. Ambas manos apretaron las sábanas y el colchón con fuerza — ¿De qué tengo nervios? Al fin voy a salir de aquí, voy a poder hacer lo que sea...

Se puso de pie, suspirando. Había llegado a la mayoría de edad y la ANS le prometió que iba a ser libre de todo lo que fue su vida entre cuatro paredes de plomo -en su mayoría.

Quizás un pequeño respiro fuera sería suficiente. Decidió salir del cuarto donde pasaba la mayor parte del tiempo para así caminar por largos pasillos. Los pasos de sus pies descalzos apenas proyectaban un eco por más que su andar era firme. Ya practicando desde hacía tiempo para verse como todo un Super.

Dio con las escaleras hasta llegar a la puerta que lo llevó a un patio pequeño. "Patio": una zona cercada donde alrededor se veían algunos árboles, piedras y planicie. Bien a lo lejos se observan algunas luces provinientes de la ciudad. Estaba lejos para que se pueda evitar cualquier accidente, según siempre le dijeron. Nunca les creyó del todo.

Caminó hasta el alambrado, el césped fresco bajo sus pies sin hacer mucho ruido, y se quedó viendo las luces. Entonces, escuchó un sonido extraño y como un destello detrás suyo. Se volteó con rapidez mientras se preparó para un ataque, pero lo que vio lo dejó algo desconcertado... ¿era una chica? ¿Cómo llegó? ¿Qué estaba haciendo ahí?

—Si sabes que esto es propiedad privada, ¿verdad? Mal ubicación para elegir un robo. —lo dijo por decir, ni idea tenía de las intenciones ajenas. Lo que era más, se acercó a ella, sus ojos usualmente azules empezaron a brillar de un verde intenso. También las palmas de sus manos comenzaron a brillar de ese color, solo que más tenue. ¿Debía ata ar y hacer preguntas luego?

Viajera
【PASADO】 Estaba listo. En verdad lo estaba. Al fin era el momento de salir y ver el mundo por completo. Solo unas horas más hasta que el sol comenzara a asomarse por el horizonte para que empezara una nueva mañana. Pero él no podía dormir. Se movía de un lado a otro en la cama, girándose, quedando boca arriba, boca abajo, hasta intentó acurrucarse en posición fetal para ver si eso se le hacía más cómodo. Nada ayudó. Los nervios lo estaban comiendo vivo. —Puta madre... —soltó en voz baja a la vez que se sentó en el borde de la cama, la cual se quejó un poco por el repentino movimiento. Ambas manos apretaron las sábanas y el colchón con fuerza — ¿De qué tengo nervios? Al fin voy a salir de aquí, voy a poder hacer lo que sea... Se puso de pie, suspirando. Había llegado a la mayoría de edad y la ANS le prometió que iba a ser libre de todo lo que fue su vida entre cuatro paredes de plomo -en su mayoría. Quizás un pequeño respiro fuera sería suficiente. Decidió salir del cuarto donde pasaba la mayor parte del tiempo para así caminar por largos pasillos. Los pasos de sus pies descalzos apenas proyectaban un eco por más que su andar era firme. Ya practicando desde hacía tiempo para verse como todo un Super. Dio con las escaleras hasta llegar a la puerta que lo llevó a un patio pequeño. "Patio": una zona cercada donde alrededor se veían algunos árboles, piedras y planicie. Bien a lo lejos se observan algunas luces provinientes de la ciudad. Estaba lejos para que se pueda evitar cualquier accidente, según siempre le dijeron. Nunca les creyó del todo. Caminó hasta el alambrado, el césped fresco bajo sus pies sin hacer mucho ruido, y se quedó viendo las luces. Entonces, escuchó un sonido extraño y como un destello detrás suyo. Se volteó con rapidez mientras se preparó para un ataque, pero lo que vio lo dejó algo desconcertado... ¿era una chica? ¿Cómo llegó? ¿Qué estaba haciendo ahí? —Si sabes que esto es propiedad privada, ¿verdad? Mal ubicación para elegir un robo. —lo dijo por decir, ni idea tenía de las intenciones ajenas. Lo que era más, se acercó a ella, sus ojos usualmente azules empezaron a brillar de un verde intenso. También las palmas de sus manos comenzaron a brillar de ese color, solo que más tenue. ¿Debía ata ar y hacer preguntas luego? [spirit_black_crab_191]
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