Día de ventas
El tintinear de las llaves sonó al abrir la puerta, dejando que el aire fresco de la mañana se colara en la tienda. Al encender las luces, los maniquíes quedaron iluminados, mostrando las prendas perfectamente colocadas desde el día anterior. Caminó despacio por los pasillos, pasando la mano por la ropa, acomodando un par de camisas que habían quedado torcidas y sacudiendo con cuidado una blusa clara que resaltaba en el estante central.
Se agachó para ajustar la base del perchero cercano a la vidriera y colocó un par de chaquetas nuevas en exhibición, asegurándose de que quedaran bien visibles desde afuera. Después de revisar el mostrador, dejó el bolso en su sitio y acomodó las bolsas de papel dobladas, listas para cuando llegaran los primeros clientes.
Un vistazo rápido hacia la calle le mostró cómo la ciudad empezaba a despertar: pasos apresurados, murmullos y el aroma del café cercano que se colaba por la rendija de la puerta. Con un movimiento firme giró el cartel hasta que se leyó claramente “Abierto”, dejando escapar un suspiro tranquilo antes de ponerse detrás del mostrador, preparado para recibir el primer cliente del día.
Se agachó para ajustar la base del perchero cercano a la vidriera y colocó un par de chaquetas nuevas en exhibición, asegurándose de que quedaran bien visibles desde afuera. Después de revisar el mostrador, dejó el bolso en su sitio y acomodó las bolsas de papel dobladas, listas para cuando llegaran los primeros clientes.
Un vistazo rápido hacia la calle le mostró cómo la ciudad empezaba a despertar: pasos apresurados, murmullos y el aroma del café cercano que se colaba por la rendija de la puerta. Con un movimiento firme giró el cartel hasta que se leyó claramente “Abierto”, dejando escapar un suspiro tranquilo antes de ponerse detrás del mostrador, preparado para recibir el primer cliente del día.
El tintinear de las llaves sonó al abrir la puerta, dejando que el aire fresco de la mañana se colara en la tienda. Al encender las luces, los maniquíes quedaron iluminados, mostrando las prendas perfectamente colocadas desde el día anterior. Caminó despacio por los pasillos, pasando la mano por la ropa, acomodando un par de camisas que habían quedado torcidas y sacudiendo con cuidado una blusa clara que resaltaba en el estante central.
Se agachó para ajustar la base del perchero cercano a la vidriera y colocó un par de chaquetas nuevas en exhibición, asegurándose de que quedaran bien visibles desde afuera. Después de revisar el mostrador, dejó el bolso en su sitio y acomodó las bolsas de papel dobladas, listas para cuando llegaran los primeros clientes.
Un vistazo rápido hacia la calle le mostró cómo la ciudad empezaba a despertar: pasos apresurados, murmullos y el aroma del café cercano que se colaba por la rendija de la puerta. Con un movimiento firme giró el cartel hasta que se leyó claramente “Abierto”, dejando escapar un suspiro tranquilo antes de ponerse detrás del mostrador, preparado para recibir el primer cliente del día.
Tipo
Individual
Líneas
30
Estado
Disponible
