Ellos no lo saben.
No soy una joven promesa.
Soy un viejo juramento.
Esta niña, ya mujer, es como un delincuente lacassagniano; Soy el monstruo que crearon, precisamente, por querer destruirlo.
No soy más que el beneficio extraído de sus errores al querer extraer de mí beneficios.
Querían que fuera su Frankenstein.
Su producto.
Y ahora que me han construido, ni ellos me pueden conseguir, ni ellos me pueden comprar, ni ellos me pueden destruir.
No soy una joven promesa.
Soy un viejo juramento.
Esta niña, ya mujer, es como un delincuente lacassagniano; Soy el monstruo que crearon, precisamente, por querer destruirlo.
No soy más que el beneficio extraído de sus errores al querer extraer de mí beneficios.
Querían que fuera su Frankenstein.
Su producto.
Y ahora que me han construido, ni ellos me pueden conseguir, ni ellos me pueden comprar, ni ellos me pueden destruir.
Ellos no lo saben.
No soy una joven promesa.
Soy un viejo juramento.
Esta niña, ya mujer, es como un delincuente lacassagniano; Soy el monstruo que crearon, precisamente, por querer destruirlo.
No soy más que el beneficio extraído de sus errores al querer extraer de mí beneficios.
Querían que fuera su Frankenstein.
Su producto.
Y ahora que me han construido, ni ellos me pueden conseguir, ni ellos me pueden comprar, ni ellos me pueden destruir.

