Los flashes no me ciegan, al contrario… me alimentan. Cada destello me recuerda que todos me miran, que no pueden apartar los ojos de mí. Me siente con calma en el gran sofá y comienzo a posar con calma. Sé lo que esperan de mí: perfección, deseo, fascinación.

Pero detrás de esa mirada, guardo algo que ninguno de ellos puede comprender. Una sombra que late bajo mi piel, un secreto demasiado antiguo y demasiado peligroso como para compartirlo.

Aun así, cuando mis ojos se cruzan con los suyos entre la multitud, algo cambia. Le sostengo la mirada más de lo necesario, hay algo de él que llama mi atención cada vez que lo veo en cada sesión de fotos que realizamos
Los flashes no me ciegan, al contrario… me alimentan. Cada destello me recuerda que todos me miran, que no pueden apartar los ojos de mí. Me siente con calma en el gran sofá y comienzo a posar con calma. Sé lo que esperan de mí: perfección, deseo, fascinación. Pero detrás de esa mirada, guardo algo que ninguno de ellos puede comprender. Una sombra que late bajo mi piel, un secreto demasiado antiguo y demasiado peligroso como para compartirlo. Aun así, cuando mis ojos se cruzan con los suyos entre la multitud, algo cambia. Le sostengo la mirada más de lo necesario, hay algo de él que llama mi atención cada vez que lo veo en cada sesión de fotos que realizamos
Me encocora
1
0 turnos 0 maullidos
Patrocinados
Patrocinados