— Ugh. . . Maldición. Ya recordé porqué no me agrada ver películas románticas que provocan que uno idealice el amor. Mentiras. Aunque en realidad me da un poco de envidia ese sentimiento.
Un suspiro de integra resignación y sumamente exagerado se escaparía de entre esos labios con el claro gesto de molestía mezclado con aflicción. Y aunque procuraba no desanimarse, simplemente cada día era más complicado de lo habitual. Sin embargo, se negaba en perder esa pizca de optimismo que aún resguarda internamente, al menos no extraviaría esa linda ilusión.
Un suspiro de integra resignación y sumamente exagerado se escaparía de entre esos labios con el claro gesto de molestía mezclado con aflicción. Y aunque procuraba no desanimarse, simplemente cada día era más complicado de lo habitual. Sin embargo, se negaba en perder esa pizca de optimismo que aún resguarda internamente, al menos no extraviaría esa linda ilusión.
— Ugh. . . Maldición. Ya recordé porqué no me agrada ver películas románticas que provocan que uno idealice el amor. Mentiras. Aunque en realidad me da un poco de envidia ese sentimiento.
Un suspiro de integra resignación y sumamente exagerado se escaparía de entre esos labios con el claro gesto de molestía mezclado con aflicción. Y aunque procuraba no desanimarse, simplemente cada día era más complicado de lo habitual. Sin embargo, se negaba en perder esa pizca de optimismo que aún resguarda internamente, al menos no extraviaría esa linda ilusión.

