La vuelta a Hueco Mundo siempre era un shock, aún cuando el mundo se había vuelto más violento de lo habitual. Había tardado en regresar, al menos un par de días. Dirigió sus pasos a Las Noches, sin detenerse mucho en saludar o dar explicaciones de su ausencia en aquel tiempo.

Después de asegurarse que Artto seguía bien, encerrado aún en su habitación, Nelliel dirigió sus pasos a los pilares. Era el lugar que compartía con el Arrancar, aunque tuviera mucho tiempo de no ir. Subió sin prisa, acomodandose el cabello apenas salió, pues el viento le revolvió el flequillo.

Aún tenía el nudo en la garganta, pero el malestar más fuerte ya había pasado. Se dejó caer simplemente a la orilla del pilar, dejando las piernas colgadas al borde. Si en algún momento la buscaba, ese ere el mejor lugar para encontrarla.
La vuelta a Hueco Mundo siempre era un shock, aún cuando el mundo se había vuelto más violento de lo habitual. Había tardado en regresar, al menos un par de días. Dirigió sus pasos a Las Noches, sin detenerse mucho en saludar o dar explicaciones de su ausencia en aquel tiempo. Después de asegurarse que Artto seguía bien, encerrado aún en su habitación, Nelliel dirigió sus pasos a los pilares. Era el lugar que compartía con el Arrancar, aunque tuviera mucho tiempo de no ir. Subió sin prisa, acomodandose el cabello apenas salió, pues el viento le revolvió el flequillo. Aún tenía el nudo en la garganta, pero el malestar más fuerte ya había pasado. Se dejó caer simplemente a la orilla del pilar, dejando las piernas colgadas al borde. Si en algún momento la buscaba, ese ere el mejor lugar para encontrarla.
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