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¿Quién admira a las rosas, admira al ego de una equilibrada mañana.
Como tristeza que es el magno evento de la grandeza de la falta. De la carencia de los higos de mis crisantemos?
Espesura del eco de todas las cosas, son virginales ante el hijo del crepúsculo.
Son tersos ante la madriguera de las cosas que viajan; pariente de todas las estelas de los delicados ecos de cuarenta eras cardinales.
Sobre el escarnio.
Escarmiento de todo lo vivido, velo de la Verónica.
¿Quién admira a las rosas, admira al ego de una equilibrada mañana.
Como tristeza que es el magno evento de la grandeza de la falta. De la carencia de los higos de mis crisantemos?
Espesura del eco de todas las cosas, son virginales ante el hijo del crepúsculo.
Son tersos ante la madriguera de las cosas que viajan; pariente de todas las estelas de los delicados ecos de cuarenta eras cardinales.
Sobre el escarnio.
Escarmiento de todo lo vivido, velo de la Verónica.
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¿Quién admira a las rosas, admira al ego de una equilibrada mañana.
Como tristeza que es el magno evento de la grandeza de la falta. De la carencia de los higos de mis crisantemos?
Espesura del eco de todas las cosas, son virginales ante el hijo del crepúsculo.
Son tersos ante la madriguera de las cosas que viajan; pariente de todas las estelas de los delicados ecos de cuarenta eras cardinales.
Sobre el escarnio.
Escarmiento de todo lo vivido, velo de la Verónica.
