[ripple_ruby_deer_521] *Las pruebas eran superadas con relativo éxito. El camino de huesos se alzaba ante mi y mi alumna dentro de aquella habitación panóptica, hasta llegar a la Torreta que se encontraba al centro de la misma. Pero una energía cargada, pesada y muy densa, emanaba desde el interior, como si el agua presionara un cuerpo a extrema profundidad. Era una sensación que causaba incluso dificultad para respirar.* "Bien Haku, aquí viene la última parte de esta prueba. La particularidad que tiene es que deberás enfrentarte a alguien en particular, Pero lo sabrás al momento de entrar." *Una vez que la muchacha accesió al cuarto, una especie de altar se mostró ante ella, y del fondo del otro extremo de la habitación se escuchaban pasos que caminaban en dirección al centro de dicho escenario. La figura se reveló ante mi alumna. No sé trataba está vez de un monstruo arácnido, ni una metáfora marítima. Los pasos se detuvieron cuando la silueta misteriosa quedó frente a frente mirándose con Haku. Un destello de un aura rojiza reveló al contrincante de mi alumna. Era ella misma, Pero sus ojos brillan con un odio perpetuo, su expresión era una marcada por la ira, la frustración, como si fuera una amalgama misantrópica en busca de acabar con la voluntad de la Nekomata. Una versión de ella, consumida por la oscuridad y el caos incontrolable de sus pensamientos.*