Había pasado un tiempo desde que Bryn Bonetti y Mika se habían separado, aquella última vez que se habían enfrentado había hecho que el mayor se fuera por un tiempo. No podía soportar las cosas que su esposo le había dicho y a la vez intentaba luchar con lo que pasaba en su interior.
No sé veía mal, habían pasado unos meses y se veía menos decaído, pero a su vez parecía mucho más serio, cerrado y no era posible verlo sonreír ni una vez, aunque antes él siempre sonreía.
En ese tiempo solo se había dedicado a estar con las niñas, generalmente cuando su esposo no estaba en casa y a llevarse a Allen unos días a la semana. No había acuerdo, no habían hablado, solamente era silencio entre ellos, miradas incómodas y una distancia torturante.
Esa tarde Mika había llevado a Allen a casa para dejarlo con su mamá, solo se lo había llevado un rato ya que era el cumpleaños de Bryn, dejó al pequeño y después de unos minutos de silencio extendió unas bolsas a su esposo y le habló en lo bajo.
- Feliz cumpleaños... Es para ti.
No sé veía mal, habían pasado unos meses y se veía menos decaído, pero a su vez parecía mucho más serio, cerrado y no era posible verlo sonreír ni una vez, aunque antes él siempre sonreía.
En ese tiempo solo se había dedicado a estar con las niñas, generalmente cuando su esposo no estaba en casa y a llevarse a Allen unos días a la semana. No había acuerdo, no habían hablado, solamente era silencio entre ellos, miradas incómodas y una distancia torturante.
Esa tarde Mika había llevado a Allen a casa para dejarlo con su mamá, solo se lo había llevado un rato ya que era el cumpleaños de Bryn, dejó al pequeño y después de unos minutos de silencio extendió unas bolsas a su esposo y le habló en lo bajo.
- Feliz cumpleaños... Es para ti.
Había pasado un tiempo desde que [flare_silver_kangaroo_825] y Mika se habían separado, aquella última vez que se habían enfrentado había hecho que el mayor se fuera por un tiempo. No podía soportar las cosas que su esposo le había dicho y a la vez intentaba luchar con lo que pasaba en su interior.
No sé veía mal, habían pasado unos meses y se veía menos decaído, pero a su vez parecía mucho más serio, cerrado y no era posible verlo sonreír ni una vez, aunque antes él siempre sonreía.
En ese tiempo solo se había dedicado a estar con las niñas, generalmente cuando su esposo no estaba en casa y a llevarse a Allen unos días a la semana. No había acuerdo, no habían hablado, solamente era silencio entre ellos, miradas incómodas y una distancia torturante.
Esa tarde Mika había llevado a Allen a casa para dejarlo con su mamá, solo se lo había llevado un rato ya que era el cumpleaños de Bryn, dejó al pequeño y después de unos minutos de silencio extendió unas bolsas a su esposo y le habló en lo bajo.
- Feliz cumpleaños... Es para ti.
