𝟏𝟏:𝟑𝟎 𝓟𝓜
═══════ ≪ •❈• ≫ ═══════
El salón brillaba bajo las lámparas de cristal, donde las sombras se mezclaban con el resplandor del baile. Entre tantos colores y sonrisas, el rojo profundo contrastado con negro no buscaba pasar desapercibido.
Los guantes largos abrazaban mis brazos como una segunda piel, y cada movimiento —un giro, un gesto al alzar la copa, una mirada que se prolonga un segundo más de lo necesario— llevaba consigo algo calculado.
No siempre es la espada ni el uniforme lo que abre caminos; a veces, basta con el arte de saber moverse en un salón.
Y esta noche, el juego se baila con otro tipo de armas.
𝟏𝟏:𝟑𝟎 𝓟𝓜 ═══════ ≪ •❈• ≫ ═══════ El salón brillaba bajo las lámparas de cristal, donde las sombras se mezclaban con el resplandor del baile. Entre tantos colores y sonrisas, el rojo profundo contrastado con negro no buscaba pasar desapercibido. Los guantes largos abrazaban mis brazos como una segunda piel, y cada movimiento —un giro, un gesto al alzar la copa, una mirada que se prolonga un segundo más de lo necesario— llevaba consigo algo calculado. No siempre es la espada ni el uniforme lo que abre caminos; a veces, basta con el arte de saber moverse en un salón. Y esta noche, el juego se baila con otro tipo de armas.
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