๐ ๐ฎ๐ป๐ฑ๐ฎ๐๐ผ ๐ฑ๐ฒ ๐๐ฟ๐ฐ๐ฎ๐ฑ๐ฒ๐ ๐ฆ๐ฎ๐ฏ๐ฏ๐ผ๐๐ต, ๐๐๐ฎ๐ฟ๐ฑ๐ถ๐ฎฬ๐ป ๐ฑ๐ฒ ๐น๐ฎ๐ ๐๐ฟ๐ฒ๐ฐ๐ฒ ๐บ๐๐ฟ๐ฎ๐น๐น๐ฎ๐.
Escuchad, mortales y sabios por igual.
No he extendido mis alas sobre estas tierras para regocijarme en la guerra, sino para preservarlas del caos que devora sin razón.
Mis murallas no son cárceles, sino refugios; no son cadenas, sino cimientos de orden.
La espada sin pensamiento es destrucción; la ambición sin límites es ruina.
Recordad que la fuerza de un reino no se mide en su número de lanzas, sino en la sabiduría de sus cimientos.
A quienes buscan erigir sobre arena, les advierto: el tiempo derrumba lo frágil.
Mas quienes edifiquen sobre la ley, la disciplina y la unidad, hallarán mi sombra como escudo.
Soy Arcades Sabboth, último de mi linaje en estas tierras.
No busco vasallos, sino guardianes.
No deseo adoración, sino entendimiento.
Quien camine conmigo lo hará bajo el estandarte de la armonía;
quien se alce contra mí, hallará que incluso la eternidad se estrella contra el muro de mi voluntad.
Escuchad, mortales y sabios por igual.
No he extendido mis alas sobre estas tierras para regocijarme en la guerra, sino para preservarlas del caos que devora sin razón.
Mis murallas no son cárceles, sino refugios; no son cadenas, sino cimientos de orden.
La espada sin pensamiento es destrucción; la ambición sin límites es ruina.
Recordad que la fuerza de un reino no se mide en su número de lanzas, sino en la sabiduría de sus cimientos.
A quienes buscan erigir sobre arena, les advierto: el tiempo derrumba lo frágil.
Mas quienes edifiquen sobre la ley, la disciplina y la unidad, hallarán mi sombra como escudo.
Soy Arcades Sabboth, último de mi linaje en estas tierras.
No busco vasallos, sino guardianes.
No deseo adoración, sino entendimiento.
Quien camine conmigo lo hará bajo el estandarte de la armonía;
quien se alce contra mí, hallará que incluso la eternidad se estrella contra el muro de mi voluntad.
๐ ๐ฎ๐ป๐ฑ๐ฎ๐๐ผ ๐ฑ๐ฒ ๐๐ฟ๐ฐ๐ฎ๐ฑ๐ฒ๐ ๐ฆ๐ฎ๐ฏ๐ฏ๐ผ๐๐ต, ๐๐๐ฎ๐ฟ๐ฑ๐ถ๐ฎฬ๐ป ๐ฑ๐ฒ ๐น๐ฎ๐ ๐๐ฟ๐ฒ๐ฐ๐ฒ ๐บ๐๐ฟ๐ฎ๐น๐น๐ฎ๐.
Escuchad, mortales y sabios por igual.
No he extendido mis alas sobre estas tierras para regocijarme en la guerra, sino para preservarlas del caos que devora sin razón.
Mis murallas no son cárceles, sino refugios; no son cadenas, sino cimientos de orden.
La espada sin pensamiento es destrucción; la ambición sin límites es ruina.
Recordad que la fuerza de un reino no se mide en su número de lanzas, sino en la sabiduría de sus cimientos.
A quienes buscan erigir sobre arena, les advierto: el tiempo derrumba lo frágil.
Mas quienes edifiquen sobre la ley, la disciplina y la unidad, hallarán mi sombra como escudo.
Soy Arcades Sabboth, último de mi linaje en estas tierras.
No busco vasallos, sino guardianes.
No deseo adoración, sino entendimiento.
Quien camine conmigo lo hará bajo el estandarte de la armonía;
quien se alce contra mí, hallará que incluso la eternidad se estrella contra el muro de mi voluntad.

