—Estos pecadores nunca entienden... Ah, mi pequeña manzanita, lamento que no todos puedan ser redimidos, de ellos tendré que encargarme si o si~
Aunque apoyaba a su pequeña princesa en el hotel y sus planes, no podía descuidar su tarea como rey de ese infierno.
No dudaba, había almas que podían ser salvadas pero, también, otras que no merecían clemencia alguna, de las que se encargaría de torturar a su retorcido placer.
—Veamos quienes serán hoy... Asesinos a sangre fría, abusadores, corruptos...
Oh, este me encanta, violadores~
Tachó en su lista, haciéndola desaparecer de sus manos para dirigirse directo a la lujuria, pero no a su ciudad si no al pozo séptico donde residían los más enfermos y perversos, los cuales sin duda merecían sufrir.
Aunque apoyaba a su pequeña princesa en el hotel y sus planes, no podía descuidar su tarea como rey de ese infierno.
No dudaba, había almas que podían ser salvadas pero, también, otras que no merecían clemencia alguna, de las que se encargaría de torturar a su retorcido placer.
—Veamos quienes serán hoy... Asesinos a sangre fría, abusadores, corruptos...
Oh, este me encanta, violadores~
Tachó en su lista, haciéndola desaparecer de sus manos para dirigirse directo a la lujuria, pero no a su ciudad si no al pozo séptico donde residían los más enfermos y perversos, los cuales sin duda merecían sufrir.
—Estos pecadores nunca entienden... Ah, mi pequeña manzanita, lamento que no todos puedan ser redimidos, de ellos tendré que encargarme si o si~
Aunque apoyaba a su pequeña princesa en el hotel y sus planes, no podía descuidar su tarea como rey de ese infierno.
No dudaba, había almas que podían ser salvadas pero, también, otras que no merecían clemencia alguna, de las que se encargaría de torturar a su retorcido placer.
—Veamos quienes serán hoy... Asesinos a sangre fría, abusadores, corruptos...
Oh, este me encanta, violadores~
Tachó en su lista, haciéndola desaparecer de sus manos para dirigirse directo a la lujuria, pero no a su ciudad si no al pozo séptico donde residían los más enfermos y perversos, los cuales sin duda merecían sufrir.
