Siempre hay alimañas hediondas que lanzan su ponzoña, pero ¿Saben qué? Jamás nos robarán nuestra paz ni felicidad a Jillian y a mi, realmente las ofensas que puedan lanzar solo refleja su pútrido interior.
Siempre hay alimañas hediondas que lanzan su ponzoña, pero ¿Saben qué? Jamás nos robarán nuestra paz ni felicidad a Jillian y a mi, realmente las ofensas que puedan lanzar solo refleja su pútrido interior.



