Luana se encontraba en su último viaje de sus largas vacaciones, pronto volvería a su vida ajetreada y quería irse a lugares que soñaba con conocer desde hace mucho tiempo.

Caminaba solitaria por las calles de Milán, observando todo a su alrededor maravillada, en algunas ocasiones tomaba su celular haciendo algunas fotografías.

En una esquina observó una pareja de ancianos, se notaba el amor que ambos se tenían aún, sonrió abiertamente y se sintió esperanzada de encontrar algún día ese tipo de amor.

Suspiró cansada, chocó con una persona inevitablemente y a esta se le habían caído de sus manos algunas cosas que llevaba, todo gracias a que no estaba mirando hacia donde iba. Rápidamente se arrodilló para ayudar a recoger lo que había tumbado.

—Lo siento, no era mi intención tropezarte, ¿se te rompió algo? Puedo compensarlo sin ningún problema.
Luana se encontraba en su último viaje de sus largas vacaciones, pronto volvería a su vida ajetreada y quería irse a lugares que soñaba con conocer desde hace mucho tiempo. Caminaba solitaria por las calles de Milán, observando todo a su alrededor maravillada, en algunas ocasiones tomaba su celular haciendo algunas fotografías. En una esquina observó una pareja de ancianos, se notaba el amor que ambos se tenían aún, sonrió abiertamente y se sintió esperanzada de encontrar algún día ese tipo de amor. Suspiró cansada, chocó con una persona inevitablemente y a esta se le habían caído de sus manos algunas cosas que llevaba, todo gracias a que no estaba mirando hacia donde iba. Rápidamente se arrodilló para ayudar a recoger lo que había tumbado. —Lo siento, no era mi intención tropezarte, ¿se te rompió algo? Puedo compensarlo sin ningún problema.
Me encocora
Me gusta
4
4 turnos 0 maullidos
Patrocinados
Patrocinados