—Bambi, deja esas flores...
Mirándolo jugar con uno de los ramos, negó y trató de quitárselo, persiguiendolo por el salón.
—Ven aquí, estás dejando un desastre.
Mirándolo jugar con uno de los ramos, negó y trató de quitárselo, persiguiendolo por el salón.
—Ven aquí, estás dejando un desastre.
—Bambi, deja esas flores...
Mirándolo jugar con uno de los ramos, negó y trató de quitárselo, persiguiendolo por el salón.
—Ven aquí, estás dejando un desastre.
