Había una vez una niphilim que amó con un corazón tan puro que lo ofreció todo, incluso su alma. El ser al que entregó su vida no tenía corazón. No por maldad sino por ser un simple "diseño" metálico. El ser era perfecto en su frialdad, y aún así IRyS vio belleza en su vacío. Pero incluso los sueños...