Syvis, la antigua líder del gremio, mi maestra, aquella que me arropó desde la infancia y se encargó de hacer que aprendiera todo lo que ella sabía y guiarme a saber aquello que ella no.
Muchos la conocían como "La Ajedrecista" porque consideraban que era una mujer carente de emociones que usaba a todas las personas y bandos para su beneficio, pero aquello no fue cierto. Syvis siempre fue una mujer cálida, dañada por el mundo que la rodeaba, por ello tenía que proyectar aquella frialdad, para que las personas no se aprovecharan de ella y su amor por el mundo.
Su muerte fue la cosa más dolorosa que pude experimentar, fue como si me arrancarán una parte de mi mismo, como si me arrebatarán de mi madre biológica. Tuve que continuar, tomar su lugar y tratar de ser una pizca de lo que ella fue en el Gremio de Magos.
Alais llegó hace unos años y los Oráculos dijeron que ella era la reencarnación de Syvis, pero no puedo verlo, hay algo oscuro en Alais, oculto en su sonrisa, en la bondad que muestra día a día. Me niego a aceptar que Syvis revivió en ella, porque no puedo verla, pero estoy forzado por mi deber para entrenarla, para darle lo que yo recibí, aunque esto me lleve a la locura y a perder a lo que más amo en la vida.
Muchos la conocían como "La Ajedrecista" porque consideraban que era una mujer carente de emociones que usaba a todas las personas y bandos para su beneficio, pero aquello no fue cierto. Syvis siempre fue una mujer cálida, dañada por el mundo que la rodeaba, por ello tenía que proyectar aquella frialdad, para que las personas no se aprovecharan de ella y su amor por el mundo.
Su muerte fue la cosa más dolorosa que pude experimentar, fue como si me arrancarán una parte de mi mismo, como si me arrebatarán de mi madre biológica. Tuve que continuar, tomar su lugar y tratar de ser una pizca de lo que ella fue en el Gremio de Magos.
Alais llegó hace unos años y los Oráculos dijeron que ella era la reencarnación de Syvis, pero no puedo verlo, hay algo oscuro en Alais, oculto en su sonrisa, en la bondad que muestra día a día. Me niego a aceptar que Syvis revivió en ella, porque no puedo verla, pero estoy forzado por mi deber para entrenarla, para darle lo que yo recibí, aunque esto me lleve a la locura y a perder a lo que más amo en la vida.
Syvis, la antigua líder del gremio, mi maestra, aquella que me arropó desde la infancia y se encargó de hacer que aprendiera todo lo que ella sabía y guiarme a saber aquello que ella no.
Muchos la conocían como "La Ajedrecista" porque consideraban que era una mujer carente de emociones que usaba a todas las personas y bandos para su beneficio, pero aquello no fue cierto. Syvis siempre fue una mujer cálida, dañada por el mundo que la rodeaba, por ello tenía que proyectar aquella frialdad, para que las personas no se aprovecharan de ella y su amor por el mundo.
Su muerte fue la cosa más dolorosa que pude experimentar, fue como si me arrancarán una parte de mi mismo, como si me arrebatarán de mi madre biológica. Tuve que continuar, tomar su lugar y tratar de ser una pizca de lo que ella fue en el Gremio de Magos.
Alais llegó hace unos años y los Oráculos dijeron que ella era la reencarnación de Syvis, pero no puedo verlo, hay algo oscuro en Alais, oculto en su sonrisa, en la bondad que muestra día a día. Me niego a aceptar que Syvis revivió en ella, porque no puedo verla, pero estoy forzado por mi deber para entrenarla, para darle lo que yo recibí, aunque esto me lleve a la locura y a perder a lo que más amo en la vida.
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