Tenlo en cuenta al responder.
El fuego de la pasión no se extingue... Cierto es que puede menguar, pero nunca se apaga por completo.
El adivino tenía razón: el aburrimiento es una condena. Oscilamos siempre entre la ansiedad y el hastío... Pero el deseo nunca se apaga.
El adivino tenía razón: el aburrimiento es una condena. Oscilamos siempre entre la ansiedad y el hastío... Pero el deseo nunca se apaga.
El fuego de la pasión no se extingue... Cierto es que puede menguar, pero nunca se apaga por completo.
El adivino tenía razón: el aburrimiento es una condena. Oscilamos siempre entre la ansiedad y el hastío... Pero el deseo nunca se apaga.
