¿Encanto, dices?
—Se cruzó de brazos.—
Más bien, es molesto. Y encima nunca me respondes directamente a nada.
—Se cruzó de brazos.—
Más bien, es molesto. Y encima nunca me respondes directamente a nada.
¿Encanto, dices?
—Se cruzó de brazos.—
Más bien, es molesto. Y encima nunca me respondes directamente a nada.