Fragmento: "Caos Rojo"
@Hanna Bae
La música en su cuarto sonaba tan fuerte que las paredes vibraban con cada golpe de batería. luna se miró en el espejo con una sonrisa torcida, desordenándose aún más el cabello rojo encendido como si eso pudiera apagar el incendio que llevaba dentro.
No le importaba el desorden de su habitación: ropa en el suelo, pósters a medio despegar, y vinilos pegados como si fueran trofeos de alguna guerra perdida.
Porque para luna, cada día era eso: una pelea con el mundo, y el espejo era su único juez.
Levantó el móvil, posó con la camiseta rasgada que dejaba ver sus tatuajes bajos y marcó un solo mensaje para hanna:
"Esta noche quiero hacer algo que nos saque humo por la piel. ¿Vienes o sigues jugando a ser buena?"
La relación entre ellas siempre fue un incendio con forma de abrazo. hanna era la sombra elegante. luna, la chispa que encendía la dinamita.
Y cuando se encontraban…
el mundo tenía que arder.
@Hanna Bae
La música en su cuarto sonaba tan fuerte que las paredes vibraban con cada golpe de batería. luna se miró en el espejo con una sonrisa torcida, desordenándose aún más el cabello rojo encendido como si eso pudiera apagar el incendio que llevaba dentro.
No le importaba el desorden de su habitación: ropa en el suelo, pósters a medio despegar, y vinilos pegados como si fueran trofeos de alguna guerra perdida.
Porque para luna, cada día era eso: una pelea con el mundo, y el espejo era su único juez.
Levantó el móvil, posó con la camiseta rasgada que dejaba ver sus tatuajes bajos y marcó un solo mensaje para hanna:
"Esta noche quiero hacer algo que nos saque humo por la piel. ¿Vienes o sigues jugando a ser buena?"
La relación entre ellas siempre fue un incendio con forma de abrazo. hanna era la sombra elegante. luna, la chispa que encendía la dinamita.
Y cuando se encontraban…
el mundo tenía que arder.
Fragmento: "Caos Rojo"
@[orbit_opal_tiger_543]
La música en su cuarto sonaba tan fuerte que las paredes vibraban con cada golpe de batería. luna se miró en el espejo con una sonrisa torcida, desordenándose aún más el cabello rojo encendido como si eso pudiera apagar el incendio que llevaba dentro.
No le importaba el desorden de su habitación: ropa en el suelo, pósters a medio despegar, y vinilos pegados como si fueran trofeos de alguna guerra perdida.
Porque para luna, cada día era eso: una pelea con el mundo, y el espejo era su único juez.
Levantó el móvil, posó con la camiseta rasgada que dejaba ver sus tatuajes bajos y marcó un solo mensaje para hanna:
"Esta noche quiero hacer algo que nos saque humo por la piel. ¿Vienes o sigues jugando a ser buena?"
La relación entre ellas siempre fue un incendio con forma de abrazo. hanna era la sombra elegante. luna, la chispa que encendía la dinamita.
Y cuando se encontraban…
el mundo tenía que arder.
