𝐄𝐋 𝐀𝐑𝐓𝐄 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐒𝐄𝐆𝐔𝐑𝐈𝐃𝐀𝐃
[ ɴᴀᴏᴋɪ ɪꜱʜɪᴋᴀᴡᴀ ]
La mañana se desplegaba con una calma serena, y Bryce se despertó con la sensación de que el día estaba a punto de comenzar. Se levantó de la cama y se dirigió al baño, donde se lavó la cara y se miró en el espejo. Su rostro estaba fresco y alerta, listo para enfrentar el día.
Después de ducharse y tomar su tiempo reflexionando a penas, se vistió con un traje oscuro y ajustó la corbata. El hombre se dirigió a la cocina para preparar un desayuno ligero. Mientras esperaba que el café se calentara, revisó su teléfono para asegurarse de que no hubiera mensajes urgentes. Todo parecía estar en orden, y él se sintió satisfecho de que su mañana estuviera transcurriendo sin contratiempos.
Con su café en mano, se sentó en la mesa del comedor y repasó mentalmente la reunión que tendría con una posible clienta. Aunque no sabía mucho sobre ella, (y tampoco estaba en su derecho, puesto que no se había firmado ningún contrato) estaba listo para responder a cualquier pregunta que ella pudiera tener sobre los servicios de seguridad que ofrecía. Bryce era un profesional capaz de adaptarse a cualquier situación.
Cortos momentos más tarde, estaría en su auto, camino al lugar acordado para la reunión. El café estaba ubicado en el centro de la ciudad, y el guardaespalda había llegado unos minutos antes de la hora acordada. Se sentó en una mesa apartada, con una vista clara de la entrada, y se preparó para esperar a la chica de la llamada que atendió hace una semana atrás.
Y aunque no sabía mucho sobre la joven, estaba decidido a hacer todo lo posible para asegurarse de que se sintiera segura y convencida de que estaría hablando y trabajando con alguien profesional en el tema.
Mientras esperaba, se aseguró de que su entorno estuviera seguro y controlado. Su mirada se movía constantemente, evaluando a las personas que estaban en el café.
La mañana se desplegaba con una calma serena, y Bryce se despertó con la sensación de que el día estaba a punto de comenzar. Se levantó de la cama y se dirigió al baño, donde se lavó la cara y se miró en el espejo. Su rostro estaba fresco y alerta, listo para enfrentar el día.
Después de ducharse y tomar su tiempo reflexionando a penas, se vistió con un traje oscuro y ajustó la corbata. El hombre se dirigió a la cocina para preparar un desayuno ligero. Mientras esperaba que el café se calentara, revisó su teléfono para asegurarse de que no hubiera mensajes urgentes. Todo parecía estar en orden, y él se sintió satisfecho de que su mañana estuviera transcurriendo sin contratiempos.
Con su café en mano, se sentó en la mesa del comedor y repasó mentalmente la reunión que tendría con una posible clienta. Aunque no sabía mucho sobre ella, (y tampoco estaba en su derecho, puesto que no se había firmado ningún contrato) estaba listo para responder a cualquier pregunta que ella pudiera tener sobre los servicios de seguridad que ofrecía. Bryce era un profesional capaz de adaptarse a cualquier situación.
Cortos momentos más tarde, estaría en su auto, camino al lugar acordado para la reunión. El café estaba ubicado en el centro de la ciudad, y el guardaespalda había llegado unos minutos antes de la hora acordada. Se sentó en una mesa apartada, con una vista clara de la entrada, y se preparó para esperar a la chica de la llamada que atendió hace una semana atrás.
Y aunque no sabía mucho sobre la joven, estaba decidido a hacer todo lo posible para asegurarse de que se sintiera segura y convencida de que estaría hablando y trabajando con alguien profesional en el tema.
Mientras esperaba, se aseguró de que su entorno estuviera seguro y controlado. Su mirada se movía constantemente, evaluando a las personas que estaban en el café.
[ [Nao_Ish] ]
La mañana se desplegaba con una calma serena, y Bryce se despertó con la sensación de que el día estaba a punto de comenzar. Se levantó de la cama y se dirigió al baño, donde se lavó la cara y se miró en el espejo. Su rostro estaba fresco y alerta, listo para enfrentar el día.
Después de ducharse y tomar su tiempo reflexionando a penas, se vistió con un traje oscuro y ajustó la corbata. El hombre se dirigió a la cocina para preparar un desayuno ligero. Mientras esperaba que el café se calentara, revisó su teléfono para asegurarse de que no hubiera mensajes urgentes. Todo parecía estar en orden, y él se sintió satisfecho de que su mañana estuviera transcurriendo sin contratiempos.
Con su café en mano, se sentó en la mesa del comedor y repasó mentalmente la reunión que tendría con una posible clienta. Aunque no sabía mucho sobre ella, (y tampoco estaba en su derecho, puesto que no se había firmado ningún contrato) estaba listo para responder a cualquier pregunta que ella pudiera tener sobre los servicios de seguridad que ofrecía. Bryce era un profesional capaz de adaptarse a cualquier situación.
Cortos momentos más tarde, estaría en su auto, camino al lugar acordado para la reunión. El café estaba ubicado en el centro de la ciudad, y el guardaespalda había llegado unos minutos antes de la hora acordada. Se sentó en una mesa apartada, con una vista clara de la entrada, y se preparó para esperar a la chica de la llamada que atendió hace una semana atrás.
Y aunque no sabía mucho sobre la joven, estaba decidido a hacer todo lo posible para asegurarse de que se sintiera segura y convencida de que estaría hablando y trabajando con alguien profesional en el tema.
Mientras esperaba, se aseguró de que su entorno estuviera seguro y controlado. Su mirada se movía constantemente, evaluando a las personas que estaban en el café.
Tipo
Individual
Líneas
Cualquier línea
Estado
Disponible

