Just another day in life before desolation.
Rol con: Zoé Tʜᴇ Iɴғɪɴɪᴛʏ Lɪɢʜᴛ
** —¡Largo de aquí!—
Se escuchó un grito cargado de rabia y desprecio hacia la víctima que recibió tal descarga de ímpetu. El grito había sido tan rasposo que incluso resonó en los pasillos de aquel hospital ubicado en el centro Londinense del cual se enorgullecía de ser la epítome de la medicina en el Reino Unido. Un sitio que funcional no solo para el mejoramiento de la salud humana, sino también para la investigación y desarrollo de nuevos procedimientos para prevención de futuras pandemias que, de hecho ya habían azotado a la especie hace ya muchos años.
Un fuerte estruendo se oyó al fondo de uno de los pasillos que guiaba a uno hasta la oficina y consultorio del jefe de doctores en cardiología y neurología. Su puerta se abrió de golpe y con violencia, arrojando a un joven aspirante que buscaba pertenecer al equipo de doctores al presentar un impecable expediente. Demasiado impecable para ser verdad, pues ni los mejores graduados tendrían un papeleo tan... ridículamente perfecto. Aquel chico salio corriendo y en su desesperación, aunado a la humillación propinada murmuró cosas como "Mi padre se enterará de esto" ó "Se arrepentirán".
—¡Y la próxima vez que vengas a aplicar con tus estúpidas pretenciones de estatus... en lugar de verdadera experiencia o perspectiva, haré que te comas tus porquerías por el maldito culo!—
El doctor en jefe era temperamental y nada paciente con los obstinados ricachones que trataban de ingresar al hospital tan solo por recomendación de sus tutores o por la excelente paga.
—¡Señorita Harris, no vuelva a pasarme a estos malditos mocosos malcriados con nada de cerebro, a mis entrevistas!— **
** —¡Largo de aquí!—
Se escuchó un grito cargado de rabia y desprecio hacia la víctima que recibió tal descarga de ímpetu. El grito había sido tan rasposo que incluso resonó en los pasillos de aquel hospital ubicado en el centro Londinense del cual se enorgullecía de ser la epítome de la medicina en el Reino Unido. Un sitio que funcional no solo para el mejoramiento de la salud humana, sino también para la investigación y desarrollo de nuevos procedimientos para prevención de futuras pandemias que, de hecho ya habían azotado a la especie hace ya muchos años.
Un fuerte estruendo se oyó al fondo de uno de los pasillos que guiaba a uno hasta la oficina y consultorio del jefe de doctores en cardiología y neurología. Su puerta se abrió de golpe y con violencia, arrojando a un joven aspirante que buscaba pertenecer al equipo de doctores al presentar un impecable expediente. Demasiado impecable para ser verdad, pues ni los mejores graduados tendrían un papeleo tan... ridículamente perfecto. Aquel chico salio corriendo y en su desesperación, aunado a la humillación propinada murmuró cosas como "Mi padre se enterará de esto" ó "Se arrepentirán".
—¡Y la próxima vez que vengas a aplicar con tus estúpidas pretenciones de estatus... en lugar de verdadera experiencia o perspectiva, haré que te comas tus porquerías por el maldito culo!—
El doctor en jefe era temperamental y nada paciente con los obstinados ricachones que trataban de ingresar al hospital tan solo por recomendación de sus tutores o por la excelente paga.
—¡Señorita Harris, no vuelva a pasarme a estos malditos mocosos malcriados con nada de cerebro, a mis entrevistas!— **
Rol con: [Zoe2104]
** —¡Largo de aquí!—
Se escuchó un grito cargado de rabia y desprecio hacia la víctima que recibió tal descarga de ímpetu. El grito había sido tan rasposo que incluso resonó en los pasillos de aquel hospital ubicado en el centro Londinense del cual se enorgullecía de ser la epítome de la medicina en el Reino Unido. Un sitio que funcional no solo para el mejoramiento de la salud humana, sino también para la investigación y desarrollo de nuevos procedimientos para prevención de futuras pandemias que, de hecho ya habían azotado a la especie hace ya muchos años.
Un fuerte estruendo se oyó al fondo de uno de los pasillos que guiaba a uno hasta la oficina y consultorio del jefe de doctores en cardiología y neurología. Su puerta se abrió de golpe y con violencia, arrojando a un joven aspirante que buscaba pertenecer al equipo de doctores al presentar un impecable expediente. Demasiado impecable para ser verdad, pues ni los mejores graduados tendrían un papeleo tan... ridículamente perfecto. Aquel chico salio corriendo y en su desesperación, aunado a la humillación propinada murmuró cosas como "Mi padre se enterará de esto" ó "Se arrepentirán".
—¡Y la próxima vez que vengas a aplicar con tus estúpidas pretenciones de estatus... en lugar de verdadera experiencia o perspectiva, haré que te comas tus porquerías por el maldito culo!—
El doctor en jefe era temperamental y nada paciente con los obstinados ricachones que trataban de ingresar al hospital tan solo por recomendación de sus tutores o por la excelente paga.
—¡Señorita Harris, no vuelva a pasarme a estos malditos mocosos malcriados con nada de cerebro, a mis entrevistas!— **
Tipo
Individual
Líneas
Cualquier línea
Estado
Disponible
