— Tú que me hablaste como si de un conocido más se tratara, con intenciones claras desde la primera mirada. —
— Tú que al verme no pensaste en nada más que en mi cuerpo, sin importarte la edad o la intención ajena. —
— Tú que con comida y bebida trataste de engatusarme, te encontraste con que había más de lo que la mirada revelaba. —
— Insultaste mi cuerpo, me ofreciste cambiarlo ¿Creíste que aceptaría? —
— Mi cuerpo es perfecto, una obra de arte creada por nadie más que por mi misma, un lienzo sobre el que pinto. Una escultura que esculpo con manos sangrientas. —
— Si sexo buscas, hay quienes por un precio te darán todo el que quieras, aunque seguro ya las conoces. —
— No tienes intimidad, y pretendes burlar la de los demás. No tienes vergüenza, y por ello asumes que los demás tampoco. —
— Hablaste con quien no debiste, estuviste donde no te convenía, te ocurrió lo que estaba prescrito. —
— Algo es cierto, no tengo vergüenza, pero no pienso rebajarme a tu nivel, ni ahora ni nunca. —
— Te escondiste desde el inicio, porque sabes que lo que haces es un insulto incluso para ti mismo. —
— Busca a alguien de tu calaña para semejantes cosas. Te deseo suerte, personas tan tristes como tú hay pocas. —
— Tú que al verme no pensaste en nada más que en mi cuerpo, sin importarte la edad o la intención ajena. —
— Tú que con comida y bebida trataste de engatusarme, te encontraste con que había más de lo que la mirada revelaba. —
— Insultaste mi cuerpo, me ofreciste cambiarlo ¿Creíste que aceptaría? —
— Mi cuerpo es perfecto, una obra de arte creada por nadie más que por mi misma, un lienzo sobre el que pinto. Una escultura que esculpo con manos sangrientas. —
— Si sexo buscas, hay quienes por un precio te darán todo el que quieras, aunque seguro ya las conoces. —
— No tienes intimidad, y pretendes burlar la de los demás. No tienes vergüenza, y por ello asumes que los demás tampoco. —
— Hablaste con quien no debiste, estuviste donde no te convenía, te ocurrió lo que estaba prescrito. —
— Algo es cierto, no tengo vergüenza, pero no pienso rebajarme a tu nivel, ni ahora ni nunca. —
— Te escondiste desde el inicio, porque sabes que lo que haces es un insulto incluso para ti mismo. —
— Busca a alguien de tu calaña para semejantes cosas. Te deseo suerte, personas tan tristes como tú hay pocas. —
— Tú que me hablaste como si de un conocido más se tratara, con intenciones claras desde la primera mirada. —
— Tú que al verme no pensaste en nada más que en mi cuerpo, sin importarte la edad o la intención ajena. —
— Tú que con comida y bebida trataste de engatusarme, te encontraste con que había más de lo que la mirada revelaba. —
— Insultaste mi cuerpo, me ofreciste cambiarlo ¿Creíste que aceptaría? —
— Mi cuerpo es perfecto, una obra de arte creada por nadie más que por mi misma, un lienzo sobre el que pinto. Una escultura que esculpo con manos sangrientas. —
— Si sexo buscas, hay quienes por un precio te darán todo el que quieras, aunque seguro ya las conoces. —
— No tienes intimidad, y pretendes burlar la de los demás. No tienes vergüenza, y por ello asumes que los demás tampoco. —
— Hablaste con quien no debiste, estuviste donde no te convenía, te ocurrió lo que estaba prescrito. —
— Algo es cierto, no tengo vergüenza, pero no pienso rebajarme a tu nivel, ni ahora ni nunca. —
— Te escondiste desde el inicio, porque sabes que lo que haces es un insulto incluso para ti mismo. —
— Busca a alguien de tu calaña para semejantes cosas. Te deseo suerte, personas tan tristes como tú hay pocas. —

