— A veces la mente recibe un golpe tan brutal que se esconde en la demencia. Puede parecer que no es beneficioso, pero lo es. A veces la realidad es sólo dolor, y para huir de ese dolor, la mente tiene que abandonar la realidad.
A lo largo de las eras, he visto a los humanos refugiarse en la retorcida demencia como si se refugiaran de la lluvia y la tormenta bajo las sábanas en la cama de sus padres. La demencia les otorga el consuelo que mucho buscan y por ello se olvidan de regresar a la realidad...
A lo largo de las eras, he visto a los humanos refugiarse en la retorcida demencia como si se refugiaran de la lluvia y la tormenta bajo las sábanas en la cama de sus padres. La demencia les otorga el consuelo que mucho buscan y por ello se olvidan de regresar a la realidad...
— A veces la mente recibe un golpe tan brutal que se esconde en la demencia. Puede parecer que no es beneficioso, pero lo es. A veces la realidad es sólo dolor, y para huir de ese dolor, la mente tiene que abandonar la realidad.
A lo largo de las eras, he visto a los humanos refugiarse en la retorcida demencia como si se refugiaran de la lluvia y la tormenta bajo las sábanas en la cama de sus padres. La demencia les otorga el consuelo que mucho buscan y por ello se olvidan de regresar a la realidad...
