— Los informes están completos. —
Su voz sonó neutral, medidamente educada.
Pero al alzar los papeles y cubrir parte de su rostro, sus ojos brillaron con algo más.
No era coquetería. Era poder.
De ese que se gana sin moverse del escritorio.
Tsubasa sabía cuándo la estaban mirando por más que su eficiencia.
Y no pensaba decir nada al respecto... por ahora.
Su voz sonó neutral, medidamente educada.
Pero al alzar los papeles y cubrir parte de su rostro, sus ojos brillaron con algo más.
No era coquetería. Era poder.
De ese que se gana sin moverse del escritorio.
Tsubasa sabía cuándo la estaban mirando por más que su eficiencia.
Y no pensaba decir nada al respecto... por ahora.
— Los informes están completos. —
Su voz sonó neutral, medidamente educada.
Pero al alzar los papeles y cubrir parte de su rostro, sus ojos brillaron con algo más.
No era coquetería. Era poder.
De ese que se gana sin moverse del escritorio.
Tsubasa sabía cuándo la estaban mirando por más que su eficiencia.
Y no pensaba decir nada al respecto... por ahora.

