- tú... sí, tú. Deja de mirarme los brazos.

♦ Ya se estaba cansando de estar en aquel lugar, ni siquiera sabía porque se le había ocurrido salir un jueves por la noche. La música lo estaba mareando y se había puesto de mal humor. ♦
- tú... sí, tú. Deja de mirarme los brazos. ♦ Ya se estaba cansando de estar en aquel lugar, ni siquiera sabía porque se le había ocurrido salir un jueves por la noche. La música lo estaba mareando y se había puesto de mal humor. ♦
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