— Madre mía, estos gatos cagan con unas ganas que ni yo para levantar el país.
Susurró mientras quitaba las heces del arenero que tenían para los gatitos que eran para adoptar.
Susurró mientras quitaba las heces del arenero que tenían para los gatitos que eran para adoptar.
— Madre mía, estos gatos cagan con unas ganas que ni yo para levantar el país.
Susurró mientras quitaba las heces del arenero que tenían para los gatitos que eran para adoptar.

